Durante la celebración de la Asamblea del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales que se celebró el pasado mes de mayo en Albacete, tuvimos conocimiento de la creación de la Asociación de Ingenieros Forestales y del Medio Natural. Posteriormente, al interesarnos por la idea, nos ha resultado satisfactorio comprobar que con esta Asociación se nos brinda a las Empresas de este sector, por fin, la opción de estar presentes en algunos de los ámbitos en los que nuestro Colegio se ocupa desde hace tiempo, especialmente en la divulgación, la tecnología, la investigación y la promoción del trabajo de los, bien llamados, Ingenieros Forestales y del Medio Natural.

Son muchas las razones por las que desde Monte Vivo hemos creído interesante vincularnos a esta Asociación, pero a mí me gustaría destacar dos:

Por una parte la pluralidad, pues abre las puertas a entidades públicas, privadas, con o sin ánimo de lucro, investigadores, etc. y esto garantiza riqueza interna de conocimiento, alto potencial de colaboración, mayor valoración por los agentes sociales y un alejamiento de las conductas corporativistas que suelen resultar estériles y en ocasiones impopulares.

En segundo lugar la condición indispensable de “Buen Hacer”, aquí se viene a colaborar, a arrimar el hombro, a ser constructivos, tal vez cada uno con una causa diferente, pero todos con un denominador común: El desarrollo paralelo y respetuoso del medio natural y del modelo social en el que nos toca vivir.

En Monte Vivo seguimos trabajando por llevar adelante nuestra actividad, en un mundo en el que a veces la competencia es feroz. Pero tratamos de no perder nuestro rumbo: disfrutar de lo que hacemos, y hacerlo bien, con sentido y con responsabilidad, y confiamos en  que desde hoy, como miembros de la Asociación de Ingenieros Forestales y del Medio Natural, esto nos resulte un poco más fácil.