Suele el pastor que duerme prevenido
despertar al ladrido de algún perro,
que sigue el fiero lobo por un cerro,
animoso, tenaz y embravecido.

Reconoce el ganado en el sonido
del destemplado y rústico cencerro,
y en la limpia sartén de tosco hierro
prepara el desayuno apetecido….