El Inventario Forestal Nacional.

Esp2_El Inventario Forestal Nacional

Roberto Vallejo Bombín, Jefe de Área de Inventario y Estadísticas Forestales MAGRAMA
Vicente Jesús Sandoval, Altelarrea. Jefe de Servicio de Inventario Forestal MAGRAMA

Se hace una descripción del Inventario Forestal Nacional desde su génesis hasta su estado actual así como de su previsible futuro. Aunque gran parte de los técnicos forestales de España conocen este trabajo, consideramos conveniente efectuar un repaso de su trayectoria de más de cuarenta años, al tiempo que se abordan posibles soluciones para un proyecto afectado también por la situación de crisis global.
Por último, se describen los productos y las bases de datos disponibles, que pueden ser empleadas con otras muchas utilidades.

ANTECEDENTES
Fue a principios de los años sesenta, en el momento en que España empezaba a despegar económicamente después de la dura etapa autárquica de la posguerra, cuando los planes de desarrollo impulsados por una generación de tecnócratas que no querían perder de nuevo el tren de la modernidad articularon el nuevo escenario económico que se presentaba. En la administración forestal, las nuevas hornadas de ingenieros daban un impulso a la anquilosada técnica forestal; las unidades administrativas centralizadas que daban apoyo a todos los servicios periféricos de las provincias con gran tradición, como Plagas Forestales o Semillas y Plantas de Vivero, se fortalecieron con otras nuevas, como las de Incendios e Inventario Forestal. Este último surgió para proporcionar una idea más exacta sobre nuestros montes y sus existencias a través de lo que sería el Primer Inventario Forestal Nacional (IFN1).

El proyecto, que tras una fase de planificación se inició en 1964, duró más de diez años (1977). En ese periodo se recorrieron las cincuenta provincias españolas, de las que se obtuvo un profundo conocimiento de sus montes arbolados. Era la primera vez que se cuantificaba no solo la superficie de nuestros montes, sino también su estructura y los valores dasométricos (densidades, estructuras diamétricas, volúmenes, crecimiento, etc.) y dendrométricos (ecuaciones de cubicación y valores unitarios) de las especies arboladas. Se tenía así un conocimiento del sector que era necesario para el despegue económico del país.

Tras unos años de “sequía” administrativa, y después de disminuir considerablemente el valioso capital humano que en forma de técnicos había acumulado el Servicio, se inició en 1986 el Segundo Inventario Forestal Nacional (IFN2), esta vez de la mano primero de la empresa TRAGSA y después de la de TRAGSATEC, al perderse el interés por reconstituir el equipo del IFN1 y seguir con trabajos ejecutados por administración. Este IFN2, al igual que lo fuera el IFN1 en su tiempo, fue novedoso para la época, estableciendo una metodología que se ha mantenido hasta nuestros días. Se creo el Sinfona (Sistema de Información Forestal Nacional)1, precursor del actual Banco de Datos de la Naturaleza. Se basaba en la utilización de los sistemas de información geográfica (SIG), con lo que la cartografía de temática forestal se unía de forma indisoluble al proyecto del IFN. Con la utilización de los SIG se abrió un amplio abanico de posibilidades, tanto en la realización y el procesado de los datos como en el uso posterior de estos. A partir de aquí, el IFN adquiere una doble utilidad: la inmediata, que proporciona la información procesada y que aparece en las publicaciones del IFN, y por otra, las bases de datos generadas, tanto las bases geográficas resultantes como las alfanuméricas procedentes de los datos de campo y las obtenidas en los pasos intermedios del proceso.

Fue en el IFN2 donde se establecieron las bases para el proyecto actual. Se fijó la red de parcelas permanentes, que suman alrededor de 90.000. Se materializó su permanencia mediante un rejón metálico enterrado que situaba el centro de la parcela sobre el terreno, de tal manera que en cada ciclo, estimado en diez años, se pudieran localizar y medir los mismos árboles y parámetros. Es tos últimos no tenían únicamente la finalidad de cuantificar volúmenes de madera como en el IFN1; en aquellos momentos interesaron otros parámetros más “ecológicos”, que daban una idea de la estructura y la evolución del ecosistema arbolado. De acuerdo con la planificación establecida, el IFN2 se terminó en 1996, después de haber publicado cincuenta libros provinciales que, con una amplia colección cartográfica, conformaban una edición muy completa.

El IFN3 se inició a continuación, sin ninguna interrupción, terminando también de acuerdo con su planificación, en 2007. Este tercer ciclo, si bien continúa con la metodología ya fijada, es más ambicioso. La estructura de la información generada2 se mantiene y acrecienta con nuevos estudios que abarcan no solo la estructura de los montes sino también todo el sector forestal, fundamentalmente de tipo estadístico para así cubrir el hueco de información que se presentaba en el inicio del tercer ciclo. Se incluyen tres capítulos importantes:
• Comparaciones (tablas 900), integrado perfectamente en la estructura original, y que surge a consecuencia de que en este ciclo se comienzan a repetir parcelas y, por tanto, hay que incluir una metodología que dé cabida a esos procesos.
• Estudio de la biodiversidad forestal3, que se inició mediante convenio con la Universidad Politécnica de Madrid y que a lo largo de todo este ciclo fue estableciendo una metodología que no se cerraría hasta el siguiente.
• Valoración económica, con la que se inicia la aplicación práctica sobre el territorio de las teorías que ven la necesidad de valorar los beneficios inmateriales del monte, precisamente en tiempos en que se comenzaba a hablar del efecto de los bosques como sumideros de CO2. De esta manera se consigue hacer una primera aproximación a los beneficios económicos que de manera global genera el monte, siendo un primer paso para dar a conocer a la sociedad los flujos económicos que realmente producen estos, asunto de actualidad cuando para justificar la venta de “nuestros montes públicos” se esgrimen unas cuentas de explotación que no tienen nada que ver con los beneficios reales obtenidos por la sociedad.
• Fotografías de las parcelas hechas desde el punto central hacia afuera y en sentido inverso; estas instantáneas proporcionan un gran banco de imágenes de la situación de los montes y, repitiéndola en los sucesivos ciclos, no cabe duda de que será una buena herramienta para ver y explicar cambios en el paisaje forestal.

En este IFN3 se incorpora una cartografía forestal propia, el Mapa Forestal de España a escala 1:50.000 (MFE50), heredera de una tradición de más de ciento cincuenta años, y que se podría decir que en sus orígenes era un verdadero Inventario Forestal Nacional, incompleto si cabe, pues solo abordaba la distribución superficial de las masas arboladas, pero que proporcionó una primera idea de la extensión e importancia de nuestros bosques. A partir de ahora ambos proyectos, el IFN y el MFE, se pueden considerar unidos, por el servicio que presta el segundo al primero, lo que queda patente en la Ley de Montes (Ley 43/2003).

A partir de 2008, una vez finalizado el IFN3, se inicia el siguiente ciclo, el Cuarto Inventario Forestal Nacional (IFN4), en el que estamos en estos momentos. Antes de continuar, ahora ya de una forma más descriptiva, con el futuro del proyecto y de los productos disponibles, no queremos terminar estos antecedentes sin hacer referencia a los cientos de personas, tanto de la Administración como de TRAGSA, que a lo largo de casi cincuenta años han trabajado para el proyecto. Sin ellas, sin su profesionalidad, no hubiera sido posible tener el IFN. Especial mención merecen nuestros compañeros Ramón Villaescusa Sanz y José Antonio Villanueva, que fueron los herederos de lo que iniciara José María Cervera, y que quedó muy claro en la dedicatoria del IFN2, en el recuerdo a los ausentes:
“A José María, que imaginó este tinglado, a Javier, que lo levantó, y a Vicente, que murió sosteniéndolo”

EL ESTADO ACTUAL DEL INVENTARIO: EL IFN4
Cuando en 2008 se inicia el IFN4, además de ciclo se estrena por imperativo legal una nueva dirección del proyecto: la jubilación del hasta entonces jefe del servicio, José Antonio Villanueva. El momento por tanto era propicio para introducir los cambios que el nuevo equipo director considerara oportuno, pero desde el primer momento presidió la necesidad de mantener la metodología básica. Era mucho lo ganado hasta entonces y se consideró que no procedía efectuar grandes cambios, al menos de manera brusca.

Así, si bien se opta por mantener lo básico, se introducen algunas variaciones que se enumeran a continuación:
• La cartografía es ahora el MFE25. Este se diseñó, aun manteniendo el modelo de datos básico, pensando en una mayor precisión, así se bajó la tesela mínima de 2,25 ha en el uso arbolado y 6,25 ha en el desarbolado a 1 ha de forma general. Se incluyó información sobre el modelo de combustible y las formaciones desarboladas.
• Se modifica el concepto de uso forestal arbolado, que estaba fijado a partir de un 5 % de fracción de cabida cubierta, subiéndolo al 10 % para adecuarlo a las definiciones internacionales.
• Se han definido en el MFE25 las formaciones arboladas de tipo nacional, en total, 56 clases que sintetizan los tipos de bosque que se pueden encontrar en España. Estas formaciones son las que se utilizan para definir los estratos provinciales, autonómicos y nacionales, con lo que se consigue una gran comparabilidad de cifras.
• Se ha revisado la lista de especies arbóreas, eliminando algunas que, como el boj, no parecía adecuado incluirlas en el elenco de árboles.
• El conocimiento de las superficies de las distintas formaciones que aparecen en una provincia permite una estratificación previa para que todas, o al menos las más importantes, queden representadas, al seleccionar un número suficiente de parcelas de cada una.
• Aun manteniendo la tipología de tablas, los resultados se agrupan por formaciones, de tal manera que estas quedan totalmente tipificadas, tanto desde el punto de vista dasométrico como ecológico y de biodiversidad.
• En la captura de los datos se ha contado desde el primer momento con GPS, lo que facilita la identificación exacta de la parcela con la tesela del mapa, dendrómetros que proporcionan las distancias reducidas de los árboles (necesario para afinar en los procesos de comparación de existencias) y las fotografías que se hicieron en el IFN3 y que facilitan la identificación del lugar en labores de localización.
• Se ha establecido una metodología de calidad para los trabajos de campo. De momento, por falta de financiación, solo se ha podido realizar la provincia piloto: Murcia.
• Se aumenta la periodicidad de inventario, a cinco años, en las zonas productivas del norte.
• Se ha fijado una nueva metodología para el estudio de la biodiversidad forestal (ver Foresta número 52), con medición de nuevos parámetros como edad, ramoneo, altura de copa, etc. Esta nueva metodología se ha ido desarrollando gradualmente a medida que se han realizado las distintas CC. AA.
• Se introduce el cálculo de carbono, según las ecuaciones obtenidas principalmente en el INIA. De esta manera se da primero a nivel dendrométrico y luego dasométrico el carbono acumulado en las distintas partes del árbol.
• La difusión y publicación se pensó en hacerla más a través de la web, reduciendo el volumen de papel. Por ello se ha diseñado una publicación en un formato de cuadernillo donde se difunden los principales parámetros obtenidos de una forma didáctica. Se piensa hacer una publicación extensa en formato pdf donde aparezcan las más de cien tablas que la formarán.
• Se eliminan todos los datos estadísticos que se recopilaban en el IFN3. Ahora estos se recopilan a través del Anuario de Estadísticas Forestales, por lo que se consideró que era una información redundante.

La planificación programada al inicio se topó con la crisis económica, iniciada al mismo tiempo que el IFN4, en 2008.

Durante los primeros años, la crisis no hizo mella en los trabajos, si bien estos se retrasaron algo por las propias peculiaridades del cambio de ciclo. Así, se hicieron Navarra (pasó a ser la primera en este nuevo ciclo) y Galicia. En las cuatro comunidades autónomas uniprovinciales que siguieron (Principado de Asturias, Cantabria, Región de Murcia e Islas Baleares) se dieron los primeros retrasos, al tener que alargar el plazo de realización por problemas de liquidez presupuestaria. A pesar de esta amenaza, se siguió con el plan de repetir
los territorios más productivos del norte peninsular. De manera que, de acuerdo con la planificación, había que realizar los trabajos del País Vasco. Para ello se pensó ya en trabajar a nivel autonómico con una reducción del 50 % de las parcelas de la muestra que se encontraba fijada en el IFN3.

A partir de ese momento la crisis se ha ido manifestando en toda su crudeza, con la consiguiente reducción presupuestaria. Por tanto, en la siguiente comunidad autónoma, La Rioja, se redujo algo el número de parcelas y se ralentizaron las operaciones para ajustar las anualidades al presupuesto existente, reduciendo el número de equipos y tardando once meses en su ejecución. En la C. A. de Madrid, en la que se está trabajando actualmente, una reducción de 651 parcelas no ha servido para bajar de diez meses de ejecución. De momento se sigue esperando una normalización presupuestaria que no parece llegar ni a corto ni a medio plazo, por lo que a partir de ahora, y sin saber a ciencia cierta con qué presupuesto se va a contar, se ha de adaptar la metodología para que, manteniendo su núcleo central, se pueda seguir obteniendo datos, optando por el mantenimiento de la periodicidad temporal frente a la ejecución de la totalidad de las parcelas.

Se sabe, o mejor se desea, que las decisiones que se tomen a partir de ahora se han de considerar como soluciones temporales hasta que la situación revierta. Cuenta a nuestro favor que las parcelas seguirán estando ahí, ligadas al terreno con ese rejón metálico enterrado, por lo que se podrán volver a levantar, aunque sea en un plazo más largo. No cabe duda, y así nos lo transmiten los que han salido de otras crisis, que en ellas se agudiza el ingenio, saliendo fortalecidos de las mismas la mayoría de las veces. Esperamos que eso le ocurra al IFN.

Con todo lo anterior existen muchas ideas que plasmar en la futura ejecución del IFN. Antes de expresarlas es interesante hacer un resumen de la situación actual:

Debilidades
• Reducción drástica del personal del Servicio. Los datos son ilustrativos. (Tabla 1)
• Elevado costes de los trabajos de campo
• Falta de personal para un manejo adecuado de las bases de datos e información existente y su posterior difusión en web.

Amenazas
• La única que realmente existe es la incertidumbre presupuestaria
(¿coyuntural?). Los datos hablan por sí solos.(Tabla 2)

Fortalezas
• Las bases de datos son el gran capital con el que cuenta el IFN, con muchas capacidades aún por explotar.
• Consideración del proyecto por parte de sus numerosos usuarios.
• La gran cantidad de datos y su complejidad facilitan muchas opciones de solución ante la crisis.

Oportunidades
• Existencia de nuevas tecnologías que pueden mejorar los trabajos y los rendimientos.
• Gran importancia de los trabajos de seguimiento de los bosques, especialmente en lo que respecta al efecto sumidero de CO2
• Nuevos cauces de colaboración con las CC. AA. y con empresas, todavía sin explotar.
• Aplicación de metodologías proyectivas para obtención de datos, reduciendo la toma de estos.

Basándonos en este análisis vamos a expresar las ideas con las que se pretende dinamizar el proyecto.
• Ya se ha expresado anteriormente la posibilidad, casi necesidad, de subir el nivel de los datos al nivel autonómico. Esto significa que para mantener el error de muestreo dentro de los márgenes establecidos y al aumentar el territorio de muestreo el número de parcelas se reduce drásticamente. En línea con esta propuesta está la de reducir los parámetros, eliminando los menos necesarios, para aumentar el rendimiento. En estos momentos se cuenta con el hecho a nuestro favor de haber ejecutado ya todas las CC. AA. uniprovinciales.
• Mantener el inventario de masas productivas del norte, según estaba planificado. Con este se daría una información sobre el recurso madera muy importante para la industria.  Hay que tener en cuenta que dicho territorio (zonas productivas de Galicia, cornisa cantábrica y País Vasco), con una superficie del 7 % de la total arbolada del país provee el 76 % de madera producida en España. Para poder acometerlo habrá que tener en cuenta en su elaboración tanto la colaboración de las CC. AA. involucradas como el sector industrial y las nuevas tecnologías.
• En la parte cartográfica, continuar con la ejecución del MFE25 por todo lo novedoso que resulta, especialmente el registro de la parte desarbolada. Paralelamente, realizar una versión actualizada (conocida como Foto Fija) de la última versión con que se cuente del MFE (50 o 25), en la que se modifiquen las variaciones habidas desde la ejecución del MFE y que sean de origen antrópico, especialmente incendios, repoblaciones y roturaciones. Este último producto se espera coordinarlo con las CC. AA. a través del Comité del Inventario del Patrimonio  Natural y la Biodiversidad, con lo que se consensuarían las cartografías de partida y se haría, a nivel nacional, una homogeneización de todas ellas sirviendo así como aportación del sector forestal a la cartografía SIOSE (Sistema de Ocupación del suelo de España), proyecto dirigido por el IGN (Instituto Geográfico Nacional).
• Actualmente la unidad de trabajo del IFN es provincial, obteniéndose los datos nacionales por suma de los resultados de cada provincia. De cara al futuro, basándose en las formaciones arboladas, esta unidad debería ser de carácter nacional. Para este proceso, la parte cartográfica se basaría en los mapas más actualizados (Foto Fija) y para los valores de parcelas se utilizarían los últimos disponibles, estudiando metodologías de proyección de los datos en el tiempo.
• Intentar llegar a una homogeneización de inventarios forestales entre las diferentes administraciones, de forma que en cierta medida se pudieran utilizar datos obtenidos a nivel de monte o comarcales. Esto se está empezando a trabajar a través del Grupo de Trabajo de Información Forestal.
• Mantener la colaboración iniciada con el INIA para, entre otras cosas, estudiar la biodiversidad forestal y servir de apoyo científico al IFN

EL PRIMER INVENTARIO FORESTAL NACIONAL, PROYECTO NOVEDOSO
El que fuera Jefe del Área de Banco de Datos de la Naturaleza, Ramón Villaescusa Sanz, uno de los ingenieros que empezaron el trabajo del Primer Inventario Forestal, ha dejado escrito muy claramente cuáles fueron la génesis y el desarrollo de ese proyecto. Lo resumimos a continuación:

“La ayuda americana, además de montar las famosas bases, financió diversos proyectos de carácter civil. Enmarcado en uno de ellos se impartió un cursillo celebrado en Quintanar de la Sierra en el año 1961, dirigido por el experto americano Mr. Roger, sobre inventariación forestal para mostrar las técnicas estadísticas aplicadas a la inventariación de los montes. Asistieron treinta ingenieros de montes de la Administración, y entre ellos estuvo José María Cervera, que sería el encargado de aplicar esas nuevas técnicas en el que fuera el Primer Inventario Forestal Nacional, y, por tanto, su primer jefe.

Las nuevas técnicas de inventariación forestal mediante muestreo estadístico fueron aplicadas durante los años 1962 y 1963, ya por personal exclusivamente español, a la inventariación, a modo de ensayo, de dos provincias: Segovia y Oviedo, de características muy diferentes.

La experiencia obtenida en las dos provincias de ensayo sirvió en 1964 para per filar el planteamiento de lo que iba a ser el IFN1, cuyos trabajos de campo se iniciaron en la provincia de Madrid en 1965 y terminaron en 1974 en la misma provincia, aunque hubo que repetirse a causa de haberse efectuado la primera vez con una metodología algo diferente a la empleada en las 49 provincias restantes.

En España supuso la aplicación de unas técnicas y la utilización de unos materiales y equipos hasta entonces poco o nada empleados en el sector forestal. A grandes rasgos, estas innovaciones consistieron en:
• La ejecución de inventario forestal mediante un muestreo estadístico.
• El empleo de fotografías aéreas y su fotointerpretación (vuelo americano de 1957)
• La utilización del relascopio de Bitterlich.
• El proceso de datos informatizado utilizando fichas perforadas.

Los resultados del IFN1 estaba previsto que quedaran reflejados en la siguiente serie de publicaciones:
• 50 provinciales
• 11 regionales
• 10 comarcales
• 20 específicas
• 1 nacional

De todas estas solo se cumplieron según lo previsto las provinciales. El resto o fueron editadas en parte o se reagruparon, y otras, como el volumen nacional, fueron realizadas pero no publicadas.

El trabajo se hizo por administración, y la dotación de personal, con ligeras variaciones, estuvo formada por un equipo de cerca de 60 personas, a saber:
• 5 ingenieros de montes
• 7 peritos de montes
• 1 programador
• 4 delineantes
• 1 calculista
• 8 administrativos y auxiliares
• 20 capataces
• 12 conductores

El coste del IFN1, incluyendo al personal funcionario, se elevó a unos 140 millones de pesetas de 1970, que en euros actuales supondría  unos 17,3 millones de euros”.

SOPORTE LEGAL DEL INVENTARIO FOPESTAL NACIONAL
El Inventario Forestal Nacional (IFN) es una estadística de ámbito nacional incluida en el Plan Estadístico Nacional (número 04001 del Inventario de Operaciones Estadísticas -IOE-), y por tanto, de obligado cumplimiento, siendo la Administración General del Estado (AGE) la responsable de su realización en coordinación con las Comunidades Autónomas. El IFN es una de las pocas competencias que se reservó para sí la AGE, y de este modo viene reflejado en los decretos de transferencias a las CC. AA., excepto en las de Cataluña y País Vasco, donde las competencias están compartidas.

La Ley de Montes (Ley 43/2003), cuando trata las estadísticas forestales en su art. 28, dice:
..la Estadística forestal española, que incluirá las siguientes materias:  a.- El Inventario forestal nacional y su correspondiente Mapa forestal de España.

Más recientemente, la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad (ley 42/2007), en su art. 9, en el que establece el Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (IEPNB), incluye igualmente el Inventario Forestal Nacional como uno de los elementos esenciales que lo formarán. Para que la información relativa al medio natural sea accesible y congruente resulta imprescindible contar con el IEPNB como herramienta para tal fin. En este sentido, la integración del IFN en el mismo supone un sello de homogeneización con el resto de estadísticas e indicadores que lo conforman, evitando de esta manera duplicidades y creando al mismo tiempo sinergias de trabajo.

El Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, para el desarrollo del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, otorga al IFN el carácter de Componente Prioritario. Reconoce así la importancia que posee como instrumento de seguimiento de los bosques, dados sus casi cincuenta años de existencia, y entiende que los estudios de biodiversidad forestal que contiene servirán de nexo con otros componentes más descriptivos de la biodiversidad en sentido amplio. Por otra parte, muchos de los numerosos indicadores elaborados en el IFN se integrarán en el Sistema de Indicadores del IEPNB.

Por último, la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, en su Art. 89 Capacidad de absorción de los sumideros españoles, dice en su punto 2 que el IFN será una de las fuentes para la evaluación del aumento de los sumideros forestales.

PRODUCTOS DEL INVENTARIO
A pesar de que, como se ha indicado anteriormente, existe una deficiencia en cuanto a la difusión de información, se ha hecho un esfuerzo  en los últimos años para disponer de la información existente en el IFN de la forma más organizada y accesible posible. Las bases de datos del IFN tienen numerosas aplicaciones, si bien es importante para poder acometerlas poseer un conocimiento amplio de la metodología seguida.

Gran parte de las bases de datos, así como muchas de las publicaciones del IFN, están disponible para ser descargadas en la web accediendo al siguiente enlace:
http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/ser vicios/banco-datos-naturaleza/informacion-disponible/index_inventario_forestal.aspx

Antes de relacionar los productos y las bases de datos disponibles y su posible utilización queremos hacer una referencia sobre la información más antigua, la procedente del IFN1. Lamentablemente, y aunque en su proceso se utilizaron las primeras máquinas informáticas que existían en España, no han llegado a nosotros esos ficheros informáticos. Por ello se está intentando informatizar, dentro de lo posible, para poder difundir entre los usuarios, los datos de campo y los resultados. Así se ha procedido al escaneado de toda la bibliografía generada durante el IFN1: cuadernos provinciales y comarcales, libros de coníferas y frondosas, metodología seguida, manual de campo, etc. Los estadillos, que aún se conservan, se han escaneado igualmente y se ha generado una base de datos sencilla donde se incluyen los parámetros básicos.

En un futuro se van a georreferenciar las parcelas que fueron pinchadas sobre fotografías aéreas del vuelo americano de 1957. De esta manera se podrá ligar la localización geográfica con los datos de lo que había en aquel momento en cada lugar. La ejecución de esta operación será acometida primeramente en aquellas CC. AA. en las que existen ortofotos del año 1957 (Andalucía, Murcia, Madrid, Navarra, País Vasco y Cataluña). Estos datos pueden ser útiles para trabajos de progresión o regresión de especies, como los que se están llevando a cabo en el INIA.

La metodología de tipo continuo iniciada en el IFN2 provee cuatro tipos de información, todas a nivel provincial: una, cartográfica; otra, de base de datos de campo, procesos intermedios y árboles remedidos; una, de tablas de la publicación, y por último, una de biodiversidad. A continuación se repasa cada uno de estos grupos; para conocer con un poco más de detalle el proceso y de dónde sale cada una de los productos que se refieren a continuación es interesante tener presente el proceso de datos del IFN, esquematizado en el gráfico siguiente:

Cartográfica
Esta información es muy parecida en los tres ciclos. Se trata de coberturas geográficas en formato ArcInfo, bien en tipo coberturas (los procedentes del IFN2) o en Shape, o en Geodatabases las últimas. Comprende la información cartográfica forestal del mapa utilizado en cada momento, el Mapa de Cultivos y Aprovechamientos (MCA) en el caso del IFN2 y el MFE, bien el 50 o el 25 en el IFN3 e IFN4 respectivamente. En todos los casos comparten un modelo de datos homologables entre sí, lo que hace que puedan ser comparables.
Además de la información de entrada, también están las capas generadas, principalmente la de estratos. Esta información, una reclasificación del mapa forestal utilizado, es la que une la información geográfica con la alfanumérica obtenida del Inventario, asignando a cada tesela de cartografía los valores modulares obtenidos: número de pies, área basimétrica, volumen, crecimiento, etc.
Información utilizada de entrada en el proceso de datos y que se cruza con las anteriores de estratos es la correspondiente a los Espacios Naturales Protegidos y la Red Natura 2000 y a las propiedades forestales, procedentes de información proporcionada por las CC. AA. Al igual que en el caso anterior, por expansión de los valores modulares de los estratos se obtiene todos los valores expandidos a las diferentes
tipologías de superficies.
La valoración económica proporciona unas coberturas de mallas de 100×100 m, con los valores productivos, recreativos y ambientales que se han obtenido para esa porción del territorio.

Bases de datos de campo y productos intermedios
Estas bases de datos comprenden los datos brutos tomados en el campo, una vez depurados, y las de datos intermedios. Estas últimas son las bases generadas durante el proceso de datos. En estas bases de datos hay que diferenciar las procedentes del IFN2 de las de los dos siguientes. Las primeras están en formato de hoja de cálculo (Excel), con una estructura quizá más intuitiva, pero a la vez menos eficaz; las segundas están en bases tipo Access.
Las bases de datos de campo integran todos los parámetros que se recogen en campo y que se agrupan en bloques: Localización, Pies Mayores, Pies Menores, Regeneración, Matorral, Parámetros… En el IFN2 además existía un fichero de Árboles Tipo, que englobaba los árboles tipo que se elegían en cada parcela y en los que se medían una serie de valores dendrométricos utilizados para la confección de las diferentes ecuaciones y tarifas de cubicación.
Los ficheros de productos intermedios comprenden los resultados de los pasos hasta llegar a cuantificar las existencias por estrato.  Comprenden la definición de los estratos, la asignación de las parcelas a los estratos, la aplicación de las diferentes ecuaciones (cubicación con y sin corteza, crecimiento, leñas y, en el IFN4, carbono) a cada uno de los pies mayores de las diferentes parcelas, existencias por parcela y por estratos. En el IFN3 y el IFN4 están también los valores de comparación para las parcelas repetidas y su expansión a los estratos.
En este epígrafe se incluyen las bases generadas en la toma de datos de biodiversidad y sus productos elaborados.

Tablas de la Publicación
Desde el IFN1, la estructura de las tablas de publicación ha sido básicamente la misma, unos Datos de superficies y generales (tablas 100), Dasometría (tablas 200 y 300), Dendrometría (tablas 400) y Parámetros (tablas 500), estas últimas a partir del IFN2. En el IFN3 se añadirán las tablas de comparación (tablas 900), las de valoración y las de biodiversidad. Estas tablas fueron generadas para su utilización en imprenta, por lo que hasta el IFN4 no se generan en formato electrónico: xls. De todas formas existen una numerosa colección de publicaciones de papel, muchas de ellas hoy escaneadas y a disposición del público.

Utilidades
Con los datos tanto de las tablas generadas como de estas bases de datos, que proceden de casi 150.000 parcelas y más de dos millones de árboles medidos entre IFN2 y IFN3, se pueden acometer numerosas aplicaciones, pero siendo siempre conscientes de que para obtener resultados estadísticamente significativos necesitaremos un número suficiente de parcelas.
Entre otras se podrían plantear las siguientes utilidades:
• Reproducción del IFN particularizado para cualquier zona de tamaño suficiente, como una comarca forestal, municipio de gran superficie forestal, zona protegida, etc., obteniendo las mismas tablas que en el proceso de existencias del IFN4.
• Muestreo piloto previo a inventarios de escala monte.
• Estudios geoestadísticos de cualquier tipo, tanto a nivel de proceso de existencias como de comparación evolutiva del más de un centenar de parámetros que se miden en el IFN que permitan detectar cambios que se están produciendo aunque no sean evidentes.
• Estudios de evolución de zonas incendiadas.
• Estudios sobre la posible decadencia de especies forestales en los límites de su distribución por efecto del cambio climático o cualquier otra causa y, el caso contrario, de avance de otras mejor adaptadas.
• Estudios sobre posibles sustituciones de unas especies forestales por otras a largo plazo mediante el estudio de la evolución de la regeneración.
• Estudios sobre mortalidades atípicas de cualquier especie en cualquier zona geográfica.
• Estudios sobre la vitalidad de la regeneración según la cantidad y la calidad de los pies menores que aparecen en las parcelas remedidas en los distintos IFN.
• Estudios por especie sobre la dinámica de incorporaciones, paso entre clases diamétricas y mortalidad de cada distribución diamétrica.
• Estudios de las posibles variaciones del incremento anual del volumen con corteza en función de diferentes escenarios.
• Estudios sobre modelización, sobre todo del Incremento Anual del Volumen con Corteza (IAVCC), por especie a distintos niveles, empezando por los comarcales.
• Evolución de ciertas especies de matorral indicadoras de cambios climáticos, edáficos, etc.
• Estudio de la cantidad de madera muerta que albergan los bosques españoles.
• Utilización de valores dendrométricos de pies mayores y árboles tipo, utilización de ecuaciones o tarifas de cubicación, estudios de crecimientos, etc.
• Empleo como material de base en el aprendizaje de las asignaturas de dasometría, inventario, estadística, etc.

 

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Especial Inventarios Naturales: El Inventario Forestal Nacional”
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