La Federación Española de Pesca y el control de especies invasoras.
José Luis Bruna, Presidente de la FEPyC.
La Federación Española de Pesca y Casting (FEPyC) no está en contra de una regulación que controle las especies exóticas invasoras y dañinas. Al contrario, creemos necesaria una normativa que evite, primero, y controle, después, la introducción de esas especies.
Lo que no estamos dispuestos a admitir es que se trate a todas las especies exóticas por igual, ya que no es la misma su capacidad invasora, ni mucho menos su efecto dañino. Para entendernos, no podemos tratar igual al mejillón cebra que a la trucha arco iris o al “black bass”, ya que estas dos últimas especies fueron introducidas legalmente por el órgano estatal competente hace decenas de años, están aclimatadas o naturalizadas y no existe evidencia científica indubitada que demuestre su capacidad invasora. Por el contrario, el mejillón cebra es una especie introducida ilegalmente, que sí tiene demostrada su capacidad invasora y efecto dañino.
La FEPyC mantiene una posición cercana a la del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Don Federico Ramos de Armas, en las declaraciones que efectuó a Europa Press el pasado día 15 de agosto, pues si realmente queremos ser efectivos en el control y posible erradicación de las especies realmente invasoras y dañinas la normativa tiene que contemplar los siguientes objetivos y realidades:
- 1.º.- Acción preventiva, que evite o dificulte el tráfico de especies exóticas invasoras y dañinas, así como aumentar la eficacia de policía que disuada de su suelta incontrolada, mediante sanción, formación pedagógica e información.
- 2.º.- Complicidad con los sectores implicados para conseguir el objetivo anterior así como la gestión efectiva de las medidas establecidas por la legislación que se apruebe.
- 3.º.- Clasificación adecuada de las especies de acuerdo con su real y demostrada capacidad dañina al medio. Igual que han hecho otros países de nuestro entorno – Alemania y Reino Unido, por ejemplo-, en donde especies aclimatadas desde hace años han sido consideradas como naturalizadas y no incluidas en el Catálogo.
- 4.º.- Clasificación de los ecosistemas acuáticos acorde con la realidad, estableciendo un mínimo de tres tipos: en buen estado, que serían las cabeceras de los ríos y ríos no regulados; en estado ineficiente para su repoblación natural, que serían los tramos situados entre presas o aguas abajo de estas; transformados o artificiales, que serían los pantanos y masas de agua artificiales.
Nuestra oposición al R.D. 1628/2011 es principalmente en lo relativo la inclusión en el Catálogo de cuatro especies: trucha arco iris, black bass, hucho y salvelino. En nuestra opinión, el impacto social, económico, cultural y deportivo (el deporte es un derecho especialmente protegido por nuestra Constitución) que supondría mantener esas cuatro especies no sería ni justo, ni equitativo ni asumible por los sectores sociales afectados, mayoritariamente zonas económicas poco desarrolladas, industrias de piscicultura, fabricantes y comerciantes de productos relacionados con la pesca deportiva, etc.
El impacto económico podría alcanzar cifras inaceptables para el momento de grave crisis que padece el país: varios centenares de millones de euros según los últimos estudios, a los que si añadimos las economías de escala que se generan, podría alcanzarse la cifra de mil millones de euros.
Los pescadores deportivos estamos a favor de unos (todos) ecosistemas naturales y en buen estado que garanticen la presencia y reproducción natural de nuestras especies autóctonas, del control de las especies exóticas, así como de la erradicación –si fuera posible- de las que realmente se demuestren invasoras y dañinas. ¡Pero por este orden!
Afectaría gravísimamente a un deporte tan exitoso e internacionalmente reconocido como la pesca, socialmente transversal, integrador y cohesionado. Por el contrario, es un hecho que la erradicación de estas especies ya adaptadas a nuestros ecosistemas desde hace tantos años resulta imposible, y los escasos perjuicios que pudiera haber ocasionado, después de decenas de años ya deberían haberse amortizado. Por el contrario, no existe evidencia científica alguna que demuestre su capacidad invasora o dañina, y su control está garantizado, como demuestran estudios e informes científicos tanto españoles como internacionales, así como la experiencia adquirida durante decenas de años.
Finalmente, estamos totalmente convencidos de que el auténtico enemigo de la biodiversidad en los ecosistemas acuáticos continentales son los pantanos, que transforman espacios naturales en zonas totalmente diferentes, destruyendo los hábitats de las especies autóctonas que existían y favoreciendo la introducción, fortuita o no, pervivencia y expansión de especies exóticas que no podrían existir en ecosistemas naturales. Pero está claro que hoy por hoy eso no tiene remedio, ya que nadie quiere llegar a su casa y no disfrutar de luz, electrodomésticos y demás comodidades que nos aporta la electricidad, ni sería viable dejar sin regadío a tantos y tantos agricultores.
Muchos de los partidarios de la línea dura del R.D. de 11 de noviembre del 2011 comparten nuestra opinión sobre los pantanos, e incluso han publicado o impartido conferencias sobre ello. Como ejemplo meramente indicativo reproduzco aquí unas líneas de una de ellas:
“Desde una perspectiva ecológica general y considerando solo el medio acuático, la creación de embalses representa una profunda alteración del ecosistema fluvial original, con tres consecuencias ambientales fundamentales: 1) El embalse… se sustituye un tipo de ecosistema por otro distinto: en el medio aéreo sería equivalente, por ejemplo, a la transformación de un bosque por un pastizal. 2) Se genera una barrera que dificulta y en ocasiones impide totalmente la dispersión de los distintos elementos que conforman la biocenosis acuática. 3) Favorece (y en no pocas ocasiones estimula) la diseminación y el establecimiento de organismos foráneos de carácter invasor con influencia negativa sobre la biota autóctona. …Este marco ecológico excepcional (de los ríos mediterráneos) se está alterando significativamente en la actualidad a través de la sistemática regulación de la mayor parte de los cursos de agua que lo recorren. Ello supone una irreversible pérdida de biodiversidad.”
En conclusión, los pescadores deportivos estamos a favor de unos (todos) ecosistemas naturales y en buen estado que garanticen la presencia y reproducción natural de nuestras especies autóctonas, del control de las especies exóticas, así como de la erradicación –si fuera posible- de las que realmente se demuestren invasoras y dañinas. ¡Pero por este orden!
Durante decenas de años hemos demostrado nuestra preocupación por nuestros ecosistemas, por nuestras poblaciones autóctonas. Hemos adoptado medidas y formas de pescar que redujeran y anularan el impacto sobre las poblaciones piscícolas: cupos máximos; épocas de veda; reducción y supresión de señuelos y cebos con impacto negativo; captura y suelta de los peces; creación de zonas de reserva genética de especies piscícolas; estudios científicos que proporcionaran información para la adopción de las mejores prácticas de pesca; congresos y jornadas divulgativas e informativas sobre los ecosistemas acuáticos…
Hemos contribuido al desarrollo económico de zonas de nuestro país poco favorecidas, hemos fomentado el turismo, reducido la desertización demográfica de zonas rurales y de montaña, colaborado en el establecimiento y desarrollo de industrias y de pequeñas y medianas empresas generadas por la demanda de este deporte. También hemos colaborado muy activamente en el prestigio y el éxito del deporte español en el mundo. Y vamos a seguir.
Hemos generado riqueza, deporte, cohesión e integración social, conocimiento y respeto por el medioambiente…, y alimentamos las arcas de Estado con nuestros impuestos, tasas, precios públicos y demás contribuciones que ayudan a configurar los presupuestos. También creamos miles de puestos de trabajo. Y vamos a seguir.
Consideramos un error grave de estrategia para la obtención del fin último de preservación de nuestra biodiversidad excluir a la pesca deportiva como aliado de referencia, tal como manifestó la viceministra alemana de Medio Ambiente en el Congreso de Biodiversidad celebrado en Madrid por la U. E. en enero de 2010.
Por eso, desde este artículo que nos ha pedido la prestigiosa Revista Foresta, queremos manifestar nuestra posición clara y decidida en favor de nuestros ecosistemas acuáticos y de colaboración con nuestras autoridades en su defensa. Pero si se nos quiere imponer una opinión, por respetable que sea, que conllevaría nuestra práctica desaparición como colectivo, como deporte y como agente económico, ¡AHÍ NO VAMOS A SEGUIR!
Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Especial Especies exóticas invasoras: La Federación Española de Pesca y el control de especies invasoras.” |