Pasado, presente y ¿futuro?. Ejemplos de especies exóticas invasoras de alto impacto.

GEIB, Grupo Especialista en Invasiones Biológicas.

Muchos son los organismos exóticos invasores que han sido introducidos en España. Algunos de ellos llegaron ya hace décadas, como son, por ejemplo, las diferentes especies de acacias, eucaliptos u otras especies arbóreas de uso forestal, especies piscícolas, como el lucio, introducidas para pesca deportiva, u otras como el visón americano, que llegó a España para su explotación por parte de la industria peletera.

Otras especies han aparecido en tiempos más recientes: plantas de agua dulce como el jacinto de agua o la azolla, algas como el sargazo o el alga wakame, invertebrados como la famosa avispa asiática o el mejillón cebra, o diferentes especies de vertebrados (cotorras, mapache, etc.).

Algunas de estas especies son especialmente preocupantes, dado el grave impacto que provocan en el medio invadido o por sus consecuencias en términos económicos o sanitarios. Probablemente el más famoso en los últimos tiempos ha sido el mejillón cebra (Dreissena polymorpha), presente en el Ebro desde el año 2001. No se sabe exactamente cómo llegó, pero sí que fue de forma accidental, quizás con las aguas de lastre de los barcos, quizás como organismo incrustante… Es una especie filtradora que compite por el fitoplancton con otras especies autóctonas de gran valor, como la amenazada Margaritifera auricularia, desplazándolas; además incrementa el nivel de materia orgánica, afectando a la calidad de las aguas continentales, y disminuye la concentración de oxígeno en las aguas, provocando fenómenos de anoxia. Crece y tapiza a una velocidad pasmosa todo sustrato en el que se encuentra (desde lechos fluviales a presas, motores de embarcaciones, etc.), dado que un solo mejillón cebra puede producir hasta un millón de descendientes al año, causando un grave desequilibrio ecológico. La acumulación de multitud de valvas de los especímenes muertos de mejillón cebra altera drásticamente las características del sustrato de los fondos de los ríos.

Otro tristemente célebre invasor es el mosquito tigre (Aedes albopictus), originario de Asia, muy agresivo, de hábitos diurnos y transmisor de numerosas enfermedades. En Italia lo saben bien, al sufrir en la localidad de Rávena, en el año 2007, un brote epidémico de la fiebre chicungunya, diseminada por la picadura de este mosquito, o en Grecia, donde en el año 2010 se detectaron ejemplares de esta especie infectados por el virus del Nilo Occidental. En España se descubrió por vez primera en Cataluña en el año 2004, gracias al Servicio de Control de Mosquitos del Consell Comarcal del Baix Llobregat. A partir de entonces, este mosquito está expandiendo su área de distribución por las zonas más templadas de nuestra geografía.

Un ejemplo de introducción pasada, y que todavía hoy, curiosamente, sigue realizándose de forma intencional, se refiere al cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus), originario de América del Norte, como su “primo” el cangrejo rojo americano. Es un crustáceo de rápido crecimiento, territorial y de hábitos nocturnos. Fue introducido en nuestro país en la década de los 70 para su explotación comercial en dos astacifactorías de Soria y Guadalajara, desde donde probablemente se “escaparon” al medio natural. Su expansión ha sido favorecida por introducciones intencionales por parte de distintas administraciones, con el objetivo de que este cangrejo pudiera reemplazar al cangrejo nativo y hacer de “barrera” al anteriormente introducido cangrejo rojo americano. Esto no ha sucedido, ya que el cangrejo señal ocupa el mismo nicho ecológico que el cangrejo autóctono, desplazándolo o impidiendo su recolonización, pues es más territorial y agresivo que el nativo, es más prolífico y presenta reproducción adelantada. Este cangrejo depreda las comunidades de macroinvertebrados, larvas de anfibios, peces y macrófitos, y compite por el alimento con otras especies. Su hábito de escarbar túneles para superar periodos de sequía afecta a la vegetación de ribera y desestabiliza las orillas, acelerando su erosión. A nivel sanitario es, al igual que el cangrejo rojo americano, portador sano del hongo Aphanomices astacii, responsable de la afanomicosis, mortal para el cangrejo de río nativo. Hay que señalar justamente que esta especie genera también beneficios económicos relacionados con la pesca deportiva, a pesar de que también es necesario apuntar que los daños que provoca en Europa ascienden anualmente a 53,28 millones de euros.

Menos conocido a nivel nacional es el caracol manzana (Pomacea canaliculata), otra de nuestras “últimas adquisiciones”, que se ha convertido en una auténtica plaga en los canales del delta del Ebro, provocando cuantiosas pérdidas gracias a la voracidad con que consumen los brotes de arroz, así como otras plantas acuáticas autóctonas. Su brutal expansión se debe, principalmente, a que un solo individuo puede poner entre 400 y 500 huevos cada diez días, lo que multiplica con una asombrosa rapidez la presencia de la especie.

Las especies vegetales invasoras, a pesar de contar con un comportamiento aparentemente más estático, se expanden con gran rapidez y son las causantes de numerosos impactos. Reynoutria japonica, nativa de Japón, Corea y China, es una de las especies vegetales más dañinas en las zonas más cálidas de España, así como en el País Vasco. Esta especie es persistente y agresiva, y coloniza tanto ambientes de riberas como vías férreas, orillas de bosques, etc., desplazando por competencia a especies autóctonas de ambientes naturales, seminaturales o antropizados. Las caraterísticas que le proporcionan su elevado poder invasor se pueden resumir en: rápido crecimiento vegetativo, denso follaje, gigantismo, altos rendimientos fotosintéticos y presencia de sustancias alelopáticas. En las zonas de ribera puede llegar a ocupar grandes superficies, impidiendo por completo la regeneración de la vegetación nativa. La mala descomposición de sus hojas provoca la contaminación de los suelos, dañando a la fauna edáfica. Los daños económicos derivan de la reducción en la la capacidad de desagüe de ríos y canales, desestabilizando sus orillas; dificulta el tráfico ferroviario y la visibilidad en las carreteras; provoca daños en las infraestructuras públicas, etc. Además, disminuye el valor de los pastos para el ganado, con la consiguiente disminución de su rendimiento.

El jacinto de agua (Eichhornia crassipes), calificada con una de las especies más dañinas del mundo, es, sin embargo, una especie que podemos adquirir muy barata en múltiples viveros y centros comerciales para su uso como planta ornamental en acuarios y estanques. Invade los cursos de agua (como fue, en su momento, el Guadiana) formando una gruesa alfombra que cubre la masa de agua, provocando la eutrofización de las mismas y la muerte de numerosas especies asociadas, obstruyendo los canales, impidiendo su uso recreativo (navegación, pesca, etc.) y favoreciendo la proliferación de insectos, como mosquitos.

El falso jengibre (Hedychium gardnerianum), también conocido como jengibre del Himalaya o jengibre blanco, es una de las especies de llegada reciente a España, y está incluida entre las “100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo” según la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En este año ha aparecido naturalizada, por ejemplo, en muchos puntos de Galicia, debido probablemente a su uso como planta ornamental. Originaria del Himalaya, llega a alcanzar dos metros y medio de altura. Entre las características que le confieren su capacidad invasora es que se puede multiplicar tanto por semillas como vegetativamente por divisiones del rizoma y además tolera muy bien la sombra. Llega a formar densas masas en las zonas que invade, ahogando a las plantas nativas jóvenes, impidiendo su crecimiento y establecimiento. Esto ocasiona la alteración de los hábitats naturales, degradando las comunidades forestales autóctonas; en último término puede impedir por completo la regeneración de las especies nativas. Como añadido, también provoca modificaciones en el suelo (por ejemplo, reducción del nitrógeno disponible) alterando el ciclo de los nutrientes, con el consiguiente impacto sobre la fauna edáfica.

La desconocida háquea picante (Hakea sericea) está llegando desde Portugal, donde se encuentra catalogada como invasora, y es una de las especies consideradas como más agresivas en países como Sudáfrica. Es una especie pirófita procedente del sur de Australia, introducida con fines ornamentales o para la creación de setos de protección. Esta especie forma bosquetes densos e impenetrables, provocando una importante reducción de la riqueza nativa de la zona, disminuyendo los recursos hídricos disponibles para otras especies, desplazando a la vegetación nativa y aumentando la probabilidad de incendios. Sus espinas provocan daños a la fauna de la zona, tanto silvestre como doméstica, con el consiguiente impacto negativo tanto ambiental como económico. Disminuye, por la misma razón, el posible uso público de los montes invadidos.

Entre los vertebrados, tenemos numerosas especies de peces, como el pez sol, la perca americana, el lucio, la lucioperca, el siluro o la gambusia. La perca sol o pez sol (Lepomis gibbosus) es un atractivo pez que presenta una asombrosa librea, y se introdujo en nuestras aguas como cebo vivo o debido a su uso en acuariofilia. Es una especie con una gran capacidad de adaptación a vivir en charcas y zonas de escasa profundidad; esto, junto con su voracidad y sus hábitos alimenticios (depreda sobre una gran variedad de especies) constituyen uno de los problemas más serios para la ictiofauna nativa, diezmando juveniles y alevines de especies propias de nuestros cauces.

También encontramos otro tipo de vertebrados, bien conocidos, como es el galápago de Florida, diversas aves como el Pico de Coral o la cotorra gris de Argentina, o el coipú, pero nuevas especies se encuentran ya en el medio natural, procedentes de escapes o sueltas voluntarias por parte de particulares o por su uso comercial. Este es el caso del mapache (Procyon lotor), actualmente de moda como animal de compañía, el cual es frecuente verlo naturalizado en zonas de Madrid o Guadalajara. Esta especie es portadora de varias enfermedades, como la rabia, el moquillo, los parvovirus felino y canino, etc. y actúa como hospedadora de diversos parásitos, como la lombriz intestinal del mapache. Compite con los depredadores nativos, transmite enfermedades y provoca importantes impactos sobre las aves nidificantes.

Estos son algunos casos concretos, graves o poco conocidos, pero hay muchos más, y el futuro no parece muy halagüeño en este sentido. La prevención, la mejor arma para luchar contra las invasiones biológicas es, aún hoy en día, la asignatura pendiente de nuestro país.

Prevenir la entrada de una especie exótica invasora es la mejor opción de gestión porque es más rentable económicamente y más compatible desde el punto de vista medioambiental. La prevención se basa en un conjunto de herramientas de diferente tipo, desde la educación y sensibilización a la legislación y normativa, pasando, en algunos casos, por cuestiones más técnicas, como es la prevención de entrada de organismos acuáticos por medio del tratamiento de aguas de lastre, la aplicación de protocolos de análisis de riesgos previamente a la introducción intencionada de una especie concreta, la inspección de mercancías, etc. Podríamos resumir las medidas de prevención en cinco categorías clave: normativa, desarrollo de capacidades (desarrollo de capacidades técnicas, científicas, institucionales y humanas), coordinación (a nivel intergubernamental, interinstitucional, entre las diversas administraciones y con la participación ciudadana), divulgación/comunicación (pues el público en general es la principal fuerza que arrastra el asombroso incremento en el movimiento de organismos que vienen trasladados de una parte a otra del globo, especialmente a través del comercio, el transporte y el turismo) y conocimiento e información (pues la toma de decisiones en las cuestiones relativas a las especies exóticas debe fundarse en una base de conocimientos técnicos y científicos rigurosos).

Sin embargo, pese al consenso general sobre el Principio de Precaución, las medidas de prevención siguen siendo poco efectivas y están poco desarrolladas. Por el contrario, gran parte del esfuerzo se ha dirigido hacia aquellas EEI ya establecidas, llevando a cabo campañas de control puntuales, dirigidas a especies concretas y casi exclusivamente en aquellos lugares donde crean mayores impactos. Pero, pese a los éxitos obtenidos en alguna campaña de erradicación, la irreversibilidad de muchas invasiones pone de relieve la importancia de la prevención y de medidas que respondan a una visión estratégica (que no táctica) del problema.

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Especial Especies exóticas invasoras: Pasado, presente y ¿futuro?. Ejemplos de especies exóticas invasoras de alto impacto.”
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