30 años de asociacionismo forestal en el País Vasco.

Fernando Azurmendi Irasuegi, Ingeniero Técnico Forestal, Director de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia
Juan María Arandia de la Torre, Ingeniero Técnico Forestal, Ex secretario de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia

El movimiento asociativo de los propietarios forestales vascos está a punto de cumplir 30 años: fue en julio de 1982 cuando se registraron los estatutos de la Asociación de Forestalistas de Vizcaya/Bizkaia, y posteriormente se constituirían las de Guipúzcoa/Gipuzkoa y Álava/Araba. Aquel entusiasta grupo de promotores se ha convertido en la actualidad en un colectivo de 6.000 propietarios forestales asociados en los tres territorios históricos y coordinados por la Confederación de Forestalistas del País Vasco.

Euskadi tiene un 54 % de superficie forestal arbolada, un porcentaje elevado, similar al que se alcanza en países como Finlandia o Suecia. Guipúzcoa/Gipuzkoa y Álava/Araba son los territorios del Estado con mayor superficie forestal relativa. En la CAPV existen 181 millones de árboles, 250 por habitante. Con un crecimiento de 2,5 millones de metros cúbicos anuales, solo se tala un 64 %.

El bosque vasco cumple funciones sociales, ecológicas y económicas. La superficie arbolada afianza 2,1 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, ayudando a contrarrestar el efecto invernadero. Cada año, los bosques vascos generan más de 1,5 millones de toneladas de oxígeno. Se estima que la actividad forestal ha propiciado que la masa arbórea del País Vasco haya pasado en los últimos cien años de ocupar el 20 % al 54 % del territorio.

OBJETIVOS
La Confederación de Forestalistas del País Vasco nació con siete objetivos principales:
- Representar a sus socios, propietarios forestales, en foros de la CAPV, estatales y europeos.
- Liderar el proceso de certificación de la Gestión Forestal Sostenible (PEFC) en el ámbito de Euskadi.
- Proporcionar herramientas para hacer frente a los retos de los propietarios forestales.
- Promocionar el uso de la madera como materia prima noble y renovable.
- Difundir a la sociedad vasca los valores de la actividad forestal.
- Participar en la cohesión del sector forestal vasco.
- Promover la mejora genética de las masas forestales.

De esta manera, a través de la Confederación los selvicultores vascos están presentes en diversos foros, entre los que cabe destacar otras asociaciones de propietarios como USSE (Unión de Selvicultores del Sur de Europa), COSE (Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España), CEPF (Confederación Europea de Propietarios Forestales) e IFFA (Internacional Family Forest Alliance). Asimismo, recientemente se ha integrado en Habic, la Asociación Cluster del hábitat y el Contract del País Vasco.

Además de participar en estas uniones de propietarios, la Confederación Vasca está también presente en otros foros integrados por otros agentes del sector forestal, como la Mesa Intersectorial de la Madera de Euskadi. Se trata de una asociación profesional constituida como órgano voluntario de encuentro y centro consultivo del sector forestal vasco, conformada por las asociaciones representativas de propietarios forestales e industria de primera y segunda transformación de la madera de la CAPV. La Confederación es también miembro del Instituto Europeo del Bosque Cultivado (IEFC), una red pluridisciplinar de centros de investigación y organismos de desarrollo forestal del arco atlántico europeo (Aquitania, Euskadi, Galicia y Portugal).

LOGROS
A lo largo de estos 30 años se han conseguido impor tantes avances en el sector:
- La labor de formación y asesoramiento de las asociaciones ha dado sus frutos. La apuesta por la obtención de madera de calidad es una constante entre los asociados. Las labores de poda y desbroce de vegetación acompañante están hoy en día generalizadas.
- Se reconoce a las asociaciones como referencia y como interlocutores de los propietarios forestales vascos.
- La madera de pino insigne (Pinus radiata) ha conseguido mercados antes impensables, con el reconocimiento de su calidad para diferentes usos de alto valor añadido. La labor de entidades como ZTB (Centro Técnico de la Madera del País Vasco), en la que participaron las asociaciones, así como del conjunto del sector, ha sido vital.
- La selección genética del pino insigne, a través del Plan de Mejora Genética del País Vasco, está dando sus frutos, con el aumento de la rentabilidad de las nuevas plantaciones.
- La estabilidad en el mercado de la planta forestal ha sido otro de los logros, asegurando la existencia de cantidad suficiente de plantas para acometer las repoblaciones anuales.
- Las ventas de madera por parte de los propietarios han entrado en una faceta más racional: todos los montes que se ponen en venta son previamente medidos y tasados por expertos, servicio que depende en buena medida de las asociaciones.
- Las subvenciones forestales de las diputaciones forales juegan un papel muy importante en un doble sentido: fomentan la realización de costosas labores -cuyo retorno económico se producirá en largos plazos de 35 a 40 años- y dirigen las actuaciones de mayor interés, reforzando las acciones de formación. Estas subvenciones forestales son tramitadas en su mayor parte por las tres asociaciones.

LIDERANDO LA CERTIFICACIÓN FORETAL
El sello PEFC surgió como una iniciativa voluntaria del sector privado forestal, basada en los criterios de las conferencias interministeriales para la protección de los bosques de Europa. Entre esos criterios se encuentran el mantenimiento y el desarrollo de los recursos forestales, su contribución a los ciclos globales del carbono, la revalorización de las funciones productivas de los bosques o la conservación de la diversidad biológica. De esta manera, el logotipo PEFC garantiza que un producto forestal proviene de un bosque gestionado con criterios de sostenibilidad, preservando los recursos naturales para las generaciones venideras.

La certificación PEFC ofrece una marca colectiva, el logotipo PEFC, que garantiza que el producto forestal proviene de un bosque gestionado con criterios de sostenibilidad. Además, fomenta el fortalecimiento y la mejora de la imagen de la madera como materia prima renovable y contribuye a la promoción del desarrollo del bosque, de manera que sea económicamente viable, ambientalmente apropiado y socialmente beneficioso.

Es impor tante destacar que los silvicultores vascos han liderado el proceso hacia la certificación forestal, participando y administrando Basalde y PEFC Euskadi. Basalde es la asociación creada para gestionar el sello PEFC en la Comunidad Autónoma Vasca, y presta sus servicios en estrecha colaboración con las tres asociaciones de propietarios de Vizcaya/Bizkaia, Guipúzcoa/Gipuzkoa y Álava/Araba. Gestiona las adhesiones tanto de los titulares de los montes que desean acogerse al sello de gestión forestal sostenible como de las empresas especializadas en trabajos forestales. En definitiva, Basalde es un órgano ejecutivo, mientras que PEFC Euskadi es básicamente un órgano de reflexión y de promoción de la filosofía de la gestión forestal sostenible. Desde la puesta en marcha de la certificación PEFC en Euskadi son ya más de 630 los planes de gestión elaborados, y cerca de 69.000, las hectáreas certificadas en los tres territorios históricos.

DIVULGACIÓN
“Euskadi Basogintza–Euskadi Forestal” es el portavoz de los intereses e inquietudes de los propietarios forestales vascos, pero a la vez es una revista de referencia para todo el sector forestal. Con una tirada cercana a los 7.000 ejemplares, en la actualidad la revista se distribuye fundamentalmente entre los miembros de las tres asociaciones de Álava/Araba, Vizcaya/Bizkaia y Guipúzcoa/Gipuzkoa, pero llega también a diferentes órganos de la Administración, a otras asociaciones del sector y a medios de comunicación. A través de la página web www.basoa.org, sus contenidos están igualmente disponibles en Internet, de manera que se ha convertido también en una fuente de información para el conjunto de la sociedad.

También ha sido decisivo el papel de la Confederación a la hora de promover la Fundación Basoa Fundazioa, una entidad sin ánimo de lucro cuya misión es recuperar superficies forestales con tendencia al abandono, además de promover la inversión forestal con sensibilidad medioambiental. A la vez que se constituía esta fundación, las asociaciones de forestales del País Vasco crearon también una empresa de servicios forestales denominada Basoekin.

La iniciativa nacía con la pretensión de ofertar a los propietarios una adecuada gestión de sus fincas y solucionar problemas de abandono en algunas parcelas forestales. A través de sus tres asociaciones territoriales, la Confederación de Forestalistas del País Vasco afrontaba así el creciente problema de propietarios cuyas ocupaciones o falta de experiencia les impiden atender las tareas que exige una explotación forestal.

La empresa inició su actividad en octubre de 2002, ocupándose tanto de tareas puntuales como de la gestión global de una finca arbolada a lo largo de todo su ciclo productivo, operando con criterios de gestión sostenible, protegiendo los recursos naturales y respetando el medio ambiente. Con sede en Galdakao y una delegación de Tolosa, Basoekin cuenta con un equipo de ingenieros forestales y capataces para el control y dirección de obra de los trabajos contratados.

SERVICIOS
Además de estas tareas de representación, la Confederación y las tres asociaciones que la integran ofertan una serie de servicios, entre los que cabe destacar los siguientes:
- Publicación de la revista “Euskadi Forestal-Euskadi Basogintza”.
- Seguro de Responsabilidad Civil para los asociados.
- Participación en proyectos de I+D forestal.
- Formación continua (cursos, charlas, publicaciones, etc.).
- Divulgación de temáticas de interés forestal.
- Participación en proyectos europeos forestales.
- Asesoría jurídica.
- Descuentos en diferentes suministros, como gasóleo, vehículos todoterreno o material para cerramientos.
- Suministro de planta, tramitación de subvenciones, cubicaciones, labores de oficina técnica y otras tareas forestales.

HITOS
A lo largo de tres décadas de asociacionismo han sido numerosas las iniciativas protagonizadas por los selvicultores vascos para dar a conocer las necesidades e inquietudes de un sector cuya relevancia sobrepasa con creces la mera explotación económica de los recursos forestales. Así, en abril de 1985 se produjo una reunión de la Asociación con autoridades del Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco y del centro para el desarrollo energético CADEM con vistas a poner en marcha experiencias de aprovechamiento energético de residuos forestales. Se trata de un tema que ha cobrado hoy en día un gran protagonismo, dadas las ventajas económicas y ambientales que presenta la utilización de la biomasa como fuente de calor.

La vocación internacional que siempre ha caracterizado a la Confederación se puso de relieve en junio de 1985 con su integración en la Confederación Europea de Agricultura (CEA). Un año más tarde, Bilbao acogería una reunión de los máximos representantes del sector forestal europeo.

Otro año importante en el devenir del movimiento asociativo de los propietarios forestales fue 1986. La Asamblea General de ese año decidió la creación de la Federación de Asociaciones de Euskadi -que posteriormente ha evolucionado hacia la actual Confederación-, al tiempo que se fundaba en Amurrio la Asociación de Propietarios Forestales de Álava/Araba.

El año 1987 se registró una iniciativa interesante de colaboración entre Gobierno Vasco, Diputación Foral de Vizcaya/Bizkaia y propietarios forestales gracias al primer Plan de Repoblación de Montes Abandonados. La iniciativa supuso una actuación sobre 186 hectáreas, que se repoblaron con 185.000 plantas de pino insigne y cantidades menores de pino marítimo, laricio y abeto de Douglas. También se realizaron desbroces y cortafuegos y se acondicionaron dos viveros.

En 1989 se creó en Burdeos la Unión de Silvicultores del Sur de Europa, de la que los forestalistas vascos fueron miembros fundadores, y se constituyó un vivero forestal en Antzuola para la producción de plantas de coníferas y frondosas, una iniciativa en cuya gestación participó activamente la Asociación de Guipúzcoa/Gipuzkoa.

A finales de 1995 se celebró en Euskadi y en Aquitania el seminario “La cultura de los pinos del sur”, organizado por la Confederación y la Maison de la Forêt francesa, uno de los primeros frutos de los programas de cooperación interregional puestos en marcha  por la USSE. La iniciativa se enmarcó en el Programa Compostela Bosques, que concluyó en 1995 en Burdeos con el establecimiento de una estrategia forestal común entre políticos y profesionales del sector en el Arco Atlántico.

En 1999 llegó el turno de los I Encuentros Forestales Vascos, celebrados en Muxika (Vizcaya/Bizkaia), y que vinieron a cubrir el vacío dejado por la feria Foresta, que dejó de celebrarse en 1994. Jornadas técnicas, demostración forestal sobre el terreno y expositores constituyeron el programa de este foro de encuentro para el sector.

Otro hito relevante para el sector fue la constitución, en el año 1988, de ZTB (Centro Técnico de la Madera del País Vasco), con el objetivo de incrementar el valor y el prestigio de los aprovechamientos forestales, participado por el Gobierno Vasco, las tres diputaciones, la Asociación de Aserradores del País Vasco y la Confederación. Su primer objetivo fue realizar una investigación básica de la madera de pino insigne (características, propiedades y tecnología) e introducirla en normas y códigos básicos de construcción, aunque posteriormente se han iniciado otras investigaciones aplicadas (secado, tratamientos para usos como el mueble o la edificación).

En el año 2002, la Semana Internacional Forestal “Inforesta” acogió la presentación oficial del sistema de certificación forestal PEFC Euskadi, y en 2004 las empresas del País Vasco recibían la certificación PEFC a la cadena de custodia.

En el año 2007, diversos actos contribuyeron a la celebración del 25.º aniversario del forestalismo vasco, que en buena parte estuvieron ligados a la promoción de la certificación forestal y a la difusión de los diversos usos de la madera certificada.

INNOVACIÓN, NUEVOS MERCADOS Y VALOR AÑADIDO
En los últimos tiempos, la Confederación ha apostado por promover, en toda la cadena de valor del sector forestal vasco, la innovación en cuanto a productos, la búsqueda de nuevos mercados y la oferta de mayor valor añadido para la madera de pino insigne y sus derivados. En esta línea se inscriben tres iniciativas que ya han dado sus primeros pasos y en las que los propietarios forestales de Vizcaya/Bizkaia, Guipúzcoa/Gipuzkoa y Álava/Araba han participado como impulsores.

- Biotermiak: plantea un modelo de negocio bien estructurado con el doble objetivo de brindar a los propietarios forestales la opción de integrarse y diversificarse en un sector como el energético, de mayor valor agregado, a la vez de permitir a los usuarios finales de energía una alternativa al actual y cuestionado modelo energético basado en combustibles fósiles, ya que, tengan o no sensibilidad y concienciación hacia las energías renovables, pueden pasar de gastar en combustibles a ahorrar con bioenergía sin tener que pagar por el cambio.

- Termogenik: surge con el objetivo principal de aportar al mercado un nuevo producto, la madera modificada térmicamente, que combina las excelentes características del pino insigne y la garantía de calidad de un proceso que consiste en una modificación térmica de la madera mediante la aplicación de temperaturas elevadas y vapor de agua. Este tratamiento permite mejorar su durabilidad y estabilidad sin tener que recurrir a tratamientos químicos, con lo que se asegura un producto totalmente ecológico.

- Comercialización de madera: hace ya un año que desde la Confederación de Forestalistas del País Vasco se tomó la determinación de abordar la comercialización de la madera de los asociados (en este primer año de andadura se han sumado cerca de 20.000 toneladas). Han sido varias las razones para adoptar esta nueva alternativa. En primer lugar, la significativa disminución de la estructura de comercio de este material en el País Vasco. A ello se une más de una década de cortas por debajo de la disponibilidad de los montes, que ha originado un importante almacenado de madera vieja en pie que es necesario cortar para mantener la calidad. Por otro lado, se estimó necesario dar a conocer y posicionar la madera del país en nuevos mercados que demandan esta materia prima, y se vio asimismo la necesidad de ser agentes activos en el mercado, tanto en la faceta de productores como en la de comercializadores.

En definitiva, la Confederación de Forestalistas del País Vasco ha logrado, a lo largo de los últimos 30 años, ejemplificar el viejo aforismo de que la unión hace la fuerza, y se ha constituido como portavoz del colectivo de selvicultores, al tiempo que ha servido para reflexionar conjuntamente y tomar iniciativas en un contexto ciertamente difícil para el sector, especialmente a lo largo de la última década.

Cuando se echa la vista atrás, es frecuente que afloren dos ideas contrapuestas: por un lado, la satisfacción por la labor realizada, y la constatación de que parte de lo conseguido parecía en los inicios poco menos que un sueño inalcanzable. Pero también la sensación de que se podría haber hecho mejor, cuando se toma conciencia de los problemas que apremian en el momento presente.

AGRADECIMIENTOS
No quisiéramos concluir sin enviar un saludo y mostrar nuestro agradecimiento a todos los ingenieros que han colaborado con nosotros a lo largo de todos estos años.

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Historia Forestal: 30 años de asociacionismo forestal en el País Vasco.”
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