Aspectos más relevantes de la sanidad forestal en Vizcaya/Bizkaia.
Aitor Omar Aspiazu, Ingeniero Técnico Forestal e Ingeniero de Montes, Servicio de Montes, Departamento de Agricultura, Diputación Foral de Vizcaya/Bizkaia
Vizcaya/Bizkaia es un territorio de gran superficie forestal donde las masas con carácter productivo destacan de una manera notable
Según el último inventario forestal del año 2010, estos son los datos más significativos:
Super ficie total de Vizcaya/Bizkaia: 221.232 ha
Superficie forestal arbolada: 131.748 ha (59,5 %).
Predomina la titularidad privada (85 %), sobre todo en las masas de carácter más productivo.
1. Superficie total de coníferas: 83.500 ha.
Destacan las siguientes especies:
a. Pino insigne: 70.500 ha
b. Pino resinero: 4.800 ha
c. Pino laricio de Córcega: 3.200 ha
d. Ciprés de Lawson: 1.853 ha
e. Abeto de Douglas: 1.290 ha
2. Superficie total de frondosas: 48.241 ha. Destacan las siguientes especies:
a. Eucaliptos: 14.600 ha, de las cuales 10.123 ha son de Eucaliptus globulus
b. Bosque atlántico: 14.211 ha (masa mixta de roble del país, fresno, castaño).
c. Encinar cantábrico: 4.934 ha
d. Hayedos: 4.916 ha
e. Robledal (Quercus robur): 3.109 ha
f. Roble americano (Qercus rubra): 1.143 ha
Es en este contexto donde se señalarán los problemas más importantes que sufren las masas forestales, indicando sobre todo aquellos que afectan a las masas que ocupan mayor superficie, es decir, las masas de pino insigne y eucaliptos. Se distinguirá entre daños bióticos y abióticos:
AGENTES BIÓTICOS
Entre los agentes bióticos más relevantes citaremos los siguientes:
Defoliadores
En coníferas, el lepidóptero Thaumaetopoea pityocampa, la procesionaria, que en los últimos años está volviendo a ser más visible, probablemente como consecuencia de presentarse condiciones climatológicas más favorables. Sus preferencias son pino insigne y pino laricio.
Tras dos años (2008-2009) en los que la incidencia fue mínima y no fue necesario realizar tratamientos aéreos, en el año 2010 se trataron 3.600 ha, y en el año 2011 fueron 8.500 ha.
En el pasado invierno (2011-2012) se han prospectado 10.150 ha (con diferentes niveles de infestación) y se ha previsto una superficie de tratamiento para 2012 de 9.800 ha.
Desde 2010 se vienen realizando los tratamientos con helicóptero, en septiembre, con muy buenos resultados, ya que las zonas a tratar son recintos de pequeña superficie y con relieve muy irregular y así se consiguen aplicaciones con mayor precisión. Se utiliza Diflubenzuron y Bacillus, a ultra-bajo volumen, con dosis de 3 litros/ha.
Completando el tratamiento aéreo, se realizan durante el invierno aplicaciones directas al bolsón con disolución de deltametrinas, así como empleo de termonebulizadores terrestres en masas colindantes a caseríos y cuadras de ganado para minimizar los daños a bienes y personas.
Entre las frondosas, debe citarse al curculiónido Gonipterus scutellatus en masas de eucaliptos.
Detectado por primera vez en 1996, se va extendiendo poco a poco, sobre todo sobre las masas de Eucaliptus globulus. Desde 2002 se ha detectado a su enemigo y controlador Anaphes nitens, avispilla que parasita las ootecas. Aunque se aplicaron algunos tratamientos químicos para su control, hasta este año no se realizado suelta de ootecas parasitadas, concretamente en un monte de U.P. donde se había apreciado una mayor presencia.
Se han colocado sobre 100 hectáreas (a razón de 1 bolsa/ha con ootecas parasitadas (con 50 ootecas parasitadas por bolsa).
Perforadores
Si bien, afor tunadamente, en los últimos años no han supuesto mayor problema, los escolítidos representan una de las mayores amenazas, que ya en épocas pasadas causaron daños importantes.
Podemos citar a Tomicus piniperda, perforador de coníferas adultas, que se detectan de visu por los grumos de resina características en los orificios de entrada. Normalmente afectan a pies debilitados, con predilección por árboles en condiciones especiales (zonas incendiadas, por ejemplo), donde su población puede aumentar tanto que llega a ser invasora de pies sanos. A primeros de la década de los años noventa hubo que tomar medidas excepcionales para frenar una plaga de esta especie, que afectó a masas de pino insigne en Vizcaya/Bizkaia.
Ips sexdentatus también es frecuente, pero afortunadamente no se han detectado afecciones reseñables. Suele actuar en pies aislados y, con frecuencia, en las proximidades de parques de madera.
Especies de Orthotomicus y Pissodes también son perforadores presentes en las masas, pero de manera menos evidente.
Contra estos perforadores, que actúan en masas del estado latizal-fustal, se recomienda para su control la realización de labores selvícolas de corta y eliminación de restos que puedan servir de foco de dispersión.
Las evetrias (lepidópteros) también son poco frecuentes, pero pueden verse en masas jóvenes de pino insigne y resinero, pero con daños menores y con dificultad para su tratamiento y gestión.
En frondosas se han detectado daños por Zeuzera pyrina, lepidóptero, perforador del tronco en plantas jóvenes de frondosas. Son muy puntuales, pero el control en monte es complicado, por lo que se recomienda la eliminación de las especies más sensibles y la elección de otras mejor adaptadas a la estación.
Descortezadores
Quizás el agente más activo en las repoblaciones de coníferas sea el curculiónido Hylobius abietis, que descorteza el cuello de la raíz. Es muy activo en primavera, sobre plantas recién plantadas, siendo un elemento de riesgo la presencia de restos de corta en las proximidades. Su detección es fácil, ya que el adulto produce roeduras anillantes en el cuello de la raíz. Su control con tratamiento químico por aplicación directa a la planta es eficaz.
Hongos de las hojas
Entre las coníferas es frecuente y está casi totalmente extendido por la mayoría de los pinares Dothistroma pini, que provoca la enfermedad de la banda roja, originando defoliaciones de diferente intensidad. También se citan Naemaciclus, Pestalotia y otros géneros de hongos que causan defoliaciones. Aunque en otros países se ha empleado tratamiento cúpricos para su control, hasta la fecha no se ha planteado su realización en Vizcaya/Bizkaia, recomendándose labores selvícolas (desbroces, podas y claras) para mejorar la ventilación de las masas y favorecer la resistencia frente a estos hongos.
No obstante, la mayor preocupación deriva de los problemas que está causando la banda marrón, Lecanosticta acicola, que en masas jóvenes de pino insigne puede defoliar casi todo el árbol excepto la guía y ramillos altos. Aunque se desarrolla sobre todo en masas poco ventiladas de vaguadas y fondos de valle, también se ha identificado en masas más ventiladas, con desbroces, podas y clareos realizados.
Las recomendaciones son similares a lo anteriormente indicado: labores selvícolas (desbroces, podas y claras) para mejorar la ventilación de las masas y favorecer la resistencia frente a estos hongos.
En las masas de eucaliptos, sobre todo en las fases de repoblado y monte bravo con rebrote de cepa y cuando la hoja del eucalipto es ancha, es frecuente la presencia de Mycosphaerella spp. Como en el caso anterior, la recomendación más eficaz es realizar una correcta gestión selvícola con labores de selección de brotes y desbroces. La mejora genética abre oportunidades para la lucha contra este patógeno buscando familias más resistentes a estos hongos.
Hongos de suelo y raíces
Las armillarias (Armillaria spp.), hongos de suelo que afectan a las raíces, están presentes tanto en frondosas como en coníferas, haciéndose notar en forma muy puntual en las masas vizcaínas. Como en el caso anterior, se recomienda la eliminación de pies afectados y la elección de especies bien adaptadas a la estación.
La tinta (Phytophtora cinnamomi) afectó a las masas de roble y castaño a finales del XIX, y sigue estando presente en las manchas de frondosas. Desde hace años se recomienda en las repoblaciones con castaño el empleo de clones resistentes a la tinta, dando buenos resultados en general.
Hongos de tronco
En coníferas pueden encontrarse principalmente dos patógenos: Diplodia pinea y Fusarium circinatum; este último, organismo de cuarentena. Para su control y erradicación se decretó el Decreto Foral 180/2006 que establece el programa de actuación.
La Diplodia suele estar muy ligada a granizadas de primeros de verano, donde las heridas causadas en ramas y hojas sirven de vía de entrada del patógeno. En el año 2006, una granizada afectó a una extensa superficie en varias comarcas, que obligó a realizar cortas a hecho y clareos en bastantes masas (en total, unas 1.800 ha con diferente grado de afección).
Los daños más reseñables suelen ser la muerte de la guía y las ramas superiores, llegándose en ocasiones hasta la muerte del pie afectado. Previamente, la coloración de las acículas, de un rojo parduzco, es muy llamativa. Los trabajos de clara y saneo de los pies más afectados puede funcionar en masas medianamente dañadas.
Los daños por Fusarium son bastantes llamativos, con muerte de la guía principal y ramas superiores, chancros resinosos, y exudación de resina en tronco y ramas principales. En caso de que se detecte este patógeno, se declara una zona demarcada de 1 km de radio desde el foco y se pone en marcha el protocolo de corta, saca y eliminación de pies enfermos; seguimiento de la madera a destino autorizado; y vigilancia de la zona, impidiéndose plantar ejemplares de los géneros Pinus o Pseudotsuga hasta que se levante la zona (han de pasar al menos dos años sin que se declaren nuevos positivos).
En la actualidad en Vizcaya/Bizkaia existen tres zonas demarcadas. Las repoblaciones de ciprés de Lawson, sobre todo en localizaciones estacionales de menor calidad, han sufrido daños en tronco de hongos del género Coryneum. Los trabajos de clara y saneo de los pies más afectados puede funcionar en masas medianamente dañadas.
En eucaliptos también se han detectado chancros de tronco causados por Botriosphaeria dothidea, que, si bien de momento son anecdóticos, nos ofrecen pistas para hacer el seguimiento de futuros daños.
Los chancros en frondosas, por Cryphonectria parasitica, son relativamente frecuentes en masas de robles y castaños. No se han empleado clones resistentes, y las recomendaciones para su control son únicamente selvícolas, indicando una especial atención a las labores de poda.
Otros agentes bióticos
El ganado extensivo (caballar, vacuno y caprino fundamentalmente) que de forma no autorizada entra en las repoblaciones causa daños en masas jóvenes por pisoteo y ramoneo de plántulas.
Otro habitante que interfiere en repoblaciones jóvenes viene siendo desde hace pocos años el corzo, gracias al éxito de las repoblaciones efectuadas con este cérvido. Se han distribuido por todo el territorio, y su expansión no solo ha supuesto que se haya reglamentado ya la caza de la especie, sino que los daños ocasionados por la misma han determinado que se establezca una línea de ayudas a las repoblaciones afectadas. Debe decirse que los daños más graves causados por los corzos se deben no tanto al ramoneo sino al escodado o frotamiento compulsivo contra los tallos, lo que provoca su descortezado y la muerte de la planta.
AGENTES ABIÓTICOS
Entre los agentes abióticos más relevantes citaremos los siguientes:
- Los vientos, que anualmente causan daños de diversa índole, con pequeñas zonas afectadas o, en el caso de la repoblaciones jóvenes, encames que obligan a entutorar las plantas afectadas.
Sin embargo, en los años 2009 y 2012, dos fenómenos de ciclogénesis explosiva causaron importantes daños en masas, no solo de Vizcaya/ Bizkaia sino del resto de la Comunidad Autónoma Vasca y de regiones limítrofes, que han afectado al sector forestal en su conjunto. Las medidas de aprovechamiento y repoblación de las zonas afectadas precisaron ayudas especiales para minimizar las pérdidas y respaldar al sector en su conjunto.
Viento: daños por los últimos ciclones Klaus (2009) y Cinthia (2010).
Ciclón Klaus: en Vizcaya/Bizkaia, 350 ha afectadas-10.000 m3 de madera.
Ciclón Cinthia: en la CAV, 160.000 m3 de madera (principalmente en Álava/Araba y Guipúzcoa/Gipuzkoa). En Vizcaya/Bizkaia la incidencia fue menor.
- Las granizadas de principios de verano; que suelen provocar, de forma asociada, el daño por Diplodia.
- Los incendios forestales; que con un promedio de entre 150 y 250 hectáreas anuales, tienen un efecto inmediato de muerte del arbolado más afectado y el debilitamiento del resto de la masa cercana. Los incendios se dan en el País Vasco principalmente en invierno, en coincidencia con episodios de viento del sur fuerte y racheado, preferentemente tras la previa afección desecante que las heladas producen en la vegetación arbustiva y herbácea, por lo que se concentran entre noviembre y marzo.
- Las heladas; que recurrentemente afectan sobre todo a las zonas más expuestas, a masas de eucaliptos (sobre todo a E. globulus), puesto que con las masas de pino insigne ya se aprendió la lección con las heladas de 1956, y en lugares expuestos o fuera de estación, se han sustituido por masas de pino laricio.
Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Gestión Forestal: Aspectos más relevantes de la sanidad forestal en Vizcaya/Bizkaia.” |