Recuperación de un vertedero mediante fitoencapsulación.

BASOINSA, Ingeniería Medioambiental, S.L.

El proyecto de recuperación ambiental del espacio ocupado por el vertedero de residuos cálcicos situado en la cantera Atizarte, en el barrio de Berostegi del municipio de Itsasondo, realizado por  Basoinsa entre los años 2001 y 2009 es un claro ejemplo de fitoencapsulación. Su ejecución se llevó a cabo en sucesivas fases, todas ellas encaminadas a lograr la integración paisajística del entorno, tratando de minimizar las posibles afecciones medioambientales que la masa de residuos podría generar.

INVESTIGACIÓN EXPLORATORIA
La solución llevada a cabo mediante la encapsulación de la masa de residuos e integración paisajística no fue tenida en consideración hasta que se obtuvieron las conclusiones derivadas de la investigación exploratoria previa realizada. Dicha primera fase consistió en una etapa de examen de la masa de residuos y de su entorno con el objeto de comprobar la existencia de concentraciones de sustancias contaminantes que pudieran suponer una contaminación o alteración del suelo, así como de los posibles impactos que dichos residuos podrían generar en el entorno.

Se pudo averiguar que el emplazamiento había soportado el vertido de residuos de producción de cal consecuencia del funcionamiento de la Calera de Fidel Azcabide, S.A., adyacente al emplazamiento.

Esta empresa arrendó el emplazamiento como explotación de cantera y más tarde como vertedero de rechazos de la planta de cal.

La tipología básica de la masa de residuos se corresponde con residuos de fabricación de cal, principalmente formados por hidróxido cálcico, algo de carbonato cálcico residual y otros componentes menores (gravas calizas, silicatos, Fe, sulfuros, carbón, etc.). El residuo cálcico, blanco pulverulento y poco consistente, con pH de 9-10 en sólido y más de 13 en lixiviados acumulados en charcas, podría alcanzar hasta 10 metros de espesor en algunos sectores, con desarrollo de vegetación arbórea en su superficie. Este dato ya daba pistas sobre la posibilidad de adaptación de especies a un suelo tan sumamente alcalino.

Actividades más recientes en superficie evidenciaban el depósito de otras tipologías de residuos como restos de construcción y demolición (palets de madera, grava y rocas residuales de la extracción de áridos), residuos metálicos (chatarra, envases metálicos, restos de automóviles y aparatos eléctricos calcinados), así como residuos varios (bidones semienterrados, cables, etc.). Además resultaba significativa la presencia dispersa de residuos de quema. Se apreciaba en varios puntos una capa superficial de cenizas y hollines provenientes de la quema de materiales inflamables como cables, gomas, plásticos y, posiblemente, aceites y combustibles.

En cuanto al funcionamiento hidráulico del vertedero y su entorno, la permeabilidad del sustrato y del vaso que contenían los materiales depositados en la cantera era bastante variable, si bien la información con la que se contaba a la hora de realizar la investigación indicaba una impermeabilidad generalizada, estando las transferencias hidráulicas dominadas por la escorrentía superficial y la filtración exclusivamente a través de los residuos cálcicos vertidos.

Una vez recopilada y analizada la información, y con un conocimiento exhaustivo del medio físico y, en particular, del sustrato natural, así como una primera idea de las propiedades físicas del relleno de residuos, se procedió a realizar un modelo conceptual del riesgo asociado a la presencia de estos. Con esa primera idea del modelo conceptual se estableció un diseño de muestreo con el fin de cubrir toda el área de estudio de la manera más uniforme posible, tanto en la vertical como en la horizontal, tomando una muestra por cada metro perforado.

Dada la necesidad de perforar varios metros en roca y la necesidad de instalar un piezómetro para el control de las aguas subterráneas, se optó por la opción de ejecutar los sondeos mecánicos con recuperación de testigo continuo. Se ejecutaron un total de ocho sondeos mecánicos y se instaló el piezómetro en uno de ellos. De los ocho puntos de muestreo de

 suelos, cuatro de ellos intersectaban con la masa de residuo cálcico, tres con los residuos de quemas y uno con los fangos de origen cálcico acumulados en las charcas superficiales. En cuanto a las muestras líquidas y lixiviados, se tomaron dos muestras, aguas arriba y abajo, en el arroyo Zubin-Erreka situado en los limites del vertedero, una muestra de agua subterránea en el piezómetro instalado y se sometió a test de lixiviación las dos tipologías de residuos más relevantes: residuo cálcico y residuo de quemas.

Siguiendo las indicaciones de técnicos de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco se efectúo un doble muestreo de las plantas que crecían en torno a la charca situada en el vertedero con el objetivo de analizar su contenido en metales sobre cenizas, previa incineración, con el fin de evaluar su capacidad de fitoacumulación por un lado, y por otro, analizar la presencia de endemismos que pudieran significar una particular aptitud de alguna especie para prosperar en sustratos contaminados con esas características.

Tras la finalización de la campaña de ejecución de sondeos se procedió al reacondicionamiento del emplazamiento para minimizar los escasos movimientos de tierra realizados.

Los niveles de evaluación utilizados en suelos fueron en general los definidos en las Guías Metodológicas para la Investigación de los Suelos Contaminados de IHOBE (1998, 1999). En concreto, los valores denominados VIE-A, VIE-B y VIE-C para protección de Ecosistemas y VIE-B para protección de la Salud Humana (valores para uso Parque e Industrial). A ellos se añadieron en algún caso los de la Nueva lista Holandesa, procedentes de la norma holandesa sobre suelos y aguas contaminadas Leidraad bodembescherming (1994), así como del Nederlandse Staatscourant n.o 39 en el caso particular de los PCB.

En cuanto a las muestras de agua y lixiviados, al no existir en la fecha de realización del estudio niveles de referencia en vigor en la CAPV ni en la Administración General del Estado, se utilizaron para la evaluación de parámetros en muestras líquidas los valores permitidos de vertido a cauce según la “Tabla 3” del RD 849/1986, de 11/04, por el que se aprueba el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, y los valores de referencia (Intervention Value o Valor de intervención) de la legislación holandesa.

Como resultados de dichos análisis se pudo comprobar la ausencia de contaminación importante en los sectores donde predomina el residuo cálcico, siendo moderada y limitada en las zonas donde predomina el residuo de quemas y acúmulo de otros residuos.

Las conclusiones de la investigación exploratoria mostraron que la contaminación presente en el emplazamiento y sus afecciones permanecían estáticas o controladas en un medio altamente estanco y en equilibrio. No se sospechaba de nuevos focos de afecciones ni se apreciaban otros que debieran ser definidos con más precisión, por lo cual se desestimaba la necesidad de llevar a cabo una investigación detallada con la finalidad de valorar el riesgo para la salud de las personas o el medioambiente derivado de la presencia de las sustancias contaminantes. La actuación más urgente a la fecha de finalización del estudio era impedir que el emplazamiento siguiera siendo objeto de vertidos y de quemas incontroladas.

Otro riesgo existente consistía en la posibilidad de movilización del residuo cálcico hacia el arroyo Zubin-Erreka debido a precipitaciones fuertes excepcionales, aumentando el pH y destruyendo el equilibrio hidroquímico constatado en las condiciones actuales. Desde un punto de vista hidroambiental, la calidad de aguas del río Oria mejora al parecer notablemente tras el aporte de Zubin-Erreka, con lo que cualquier disminución en la calidad del arroyo tendría consecuencias negativas en el cauce principal.

ALTERNATIVAS
A la vista de las conclusiones del estudio se plantearon tres posibles alternativas de recuperación.

La primera de ellas consistía en la atenuación o recuperación natural de los materiales que se considerasen contaminados, consistente en mantenerlos “in situ”, permitiendo que los procesos naturales destruyesen los contaminantes o limitasen o redujeran de alguna manera su biodisponibilidad.

Es un proceso que aprovecha la capacidad de autorregeneración de los ecosistemas mediante sus mecanismos físico-químicos y biológicos. Esta opción fue descartada por existir aún fuentes de contaminación activas, por no haberse detectado claramente procesos de destrucción de los contaminantes y por no tratarse de contaminantes fundamentalmente orgánicos que puedan terminar por descomponerse en CO2 y agua.

La segunda opción consistía en una retirada total del residuo y vaciado del hueco de la cantera. Esta opción, de carácter radical, presentaba la importantísima y fundamental ventaja de que el residuo, y con él el problema, desaparecerían completa y definitivamente del emplazamiento. Sin embargo, la sistemática, los costes y la sostenibilidad ambiental de esta solución, al ser analizada con detalle, presentaba serios problemas, como la gestión de un volumen tan grande de residuos, los problemas de estabilidad de taludes que podrían generarse, los altísimos costes de gestión que supondría esta opción, así como el desaprovechamiento de los procesos de edafización y revegetación espontánea que se habían iniciado, teniendo que comenzar  de nuevo con el acondicionamiento y la revegetación de las nuevas superficies en caso de haber optado por esta alternativa.

La tercera opción, la que finalmente se llevó a cabo, fue la renaturalización asistida y controlada, tratando de restituir el conjunto topográfico-geomorfológico, creando a su vez una relieve incómodo y disuasorio de eventuales intentos de nueva antropización y mal uso de los recursos naturales: vertidos y quemas.

PROYETO Y EJECUCIÓN
En la fase de redacción del proyecto de ejecución se analizó la situación y el comportamiento de la vegetación en el emplazamiento.

Mientras las zonas de la cantera no afectadas por la presencia de los acopios cálcicos habían sufrido una evolución típica de colonización de zonas degradadas de estas características, la plaza de cantera había contado con el impedimento de la ocupación por un material fuertemente alcalino. Esta circunstancia no había evitado sin embargo que se hubiera producido un cierto grado de colonización, probablemente debido a un proceso de recarbonatación en las capas superficiales, permitiendo la entrada inicial de las especies pioneras habituales correspondientes a las series de vegetación potenciales: Salix sp. y Alnus glutinosa.

De ello se pudo concluir que el residuo cálcico admitía en principio la instalación y desarrollo posterior de una vegetación pionera propia del bosque mixto potencialmente climácico del lugar, aunque con un ritmo de evolución inicial lento. Esta circunstancia permitió augurar la viabilidad de un desarrollo vegetal futuro y adoptar como solución a desarrollar la renaturalización asistida y controlada del emplazamiento.

Una vez definidos todos los objetivos, se proyectaron y ejecutaron los siguientes pasos:
• Retirada de voluminosos, reciclables, inertes, aguas y fangos, residuo de quemas y drenaje en las charcas.
• Remodelado morfológico, mediante descabezamiento de algunos taludes para suavizar el relieve.
• Relleno de huecos con el propio residuo cálcico en las cantidades mínimas imprescindibles o con inertes reutilizables en obra. Inutilización y enmascaramiento de las pistas y creación del relieve proyectado sin depresiones susceptibles de embalsamiento.
• Estabilización de los taludes que quedaron inestabilizados por la retirada o movimiento de material en el residuo cálcico.
• Aporte de tierra vegetal acompañado de una enmienda orgánica ácida, como sustrato idóneo para favorecer la edafización y contener la escorrentía.
• Implantación de la cubierta vegetal mediante siembras y plantaciones.
• Restricción total del acceso para favorecer la renaturalización espontánea.

PROGRAMA DE CONTROL
Se programó y realizó un plan de control postoperacional con una duración de cinco años, con periodicidad de seguimiento decreciente, consistente en el muestreo de aguas superficiales en el arroyo Zubin-Erreka y en el control de: erosión, estabilidad, encharcamientos, vegetación, aportes al río, intrusiones, nuevos vertidos, etc.

A lo largo de los cinco años de control, los parámetros químicos analizados en los muestreos de las aguas superficiales, tanto corriente arriba como abajo de la cantera, se han encontrado  siempre dentro de la normalidad y no se ha detectado afección sobre las mismas.

El desarrollo de la cubierta vegetal ha seguido un curso satisfactorio a lo largo de todo el período de control. El grado de cobertura de la vegetación ha ido aumentando progresivamente en cantidad y calidad. En buena parte del emplazamiento se puede apreciar ya una triple cobertura claramente distribuida en los tres pisos: herbáceo, arbustivo y arbóreo. Se puede identificar colonización espontánea por fresno (Fraxinus excelsior), abedul (Betula alba), cornejo (Cornus sanguinea), arraclán (Frangula alnus), zarzamora (Rubus ulmifolius), espadaña (Typha latifolia), Carex sp., etc., lo cual augura una buena sucesión futura.

El estado de esta cubierta vegetal sigue garantizando la inexistencia de procesos erosivos o inestabilidades en toda la extensión del emplazamiento.

Al igual que el aspecto erosivo, el funcionamiento del sistema hídrico interno del emplazamiento no ha contado con ninguna incidencia. Ha funcionado tal y como estaba previsto, sin generar procesos de arrastre ni erosión, con una regulación propia corroborada por los análisis de agua cuyos índices no permiten pensar que se hayan generado aportes no deseados al cauce del arroyo.

CONCLUSIÓN
El objetivo del proyecto de actuación llevado a cabo pretendía recuperar un estado lo más cercano posible al aspecto natural del entorno (imagen objetivo) dentro de las posibilidades geométricas, geotécnicas y económicas existentes.

Se puede decir, sin lugar a dudas, que todos los aspectos citados en dicho objetivo general se alcanzaron ya, con un altísimo grado de cumplimiento:
- Se ha recuperado un estado muy cercano al aspecto natural del entorno.
- Tenemos un relieve irregular, con pendientes y cobertura vegetal con sucesión natural asegurada.
- Se han creado unas características topográficas incómodas y disuasorias para posibles nuevos procesos de antropización.
- Se ha conseguido una mejor integración paisajística del antiguo hueco de cantera y del antiguo frente.

La investigación del emplazamiento fue financiada y dirigida por IHOBE (Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco), y la redacción del proyecto de ejecución y la dirección y ejecución de obra fueron subvencionadas dentro del marco del programa de ayudas previstos en los Decretos 121/2000 y 90/2003 del Gobierno Vasco.

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Gestión Forestal: Recuperación de un vertedero mediante fitoencapsulación.”
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