La red de Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid.

Socorro de Zafra Cañas, Subdirectora General de Educación y Promoción Ambiental y Alimentaria, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.

300.000 visitantes al año disfrutan de las más de mil actividades organizadas en los once Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid.

Los Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid surgen en 1996 con el objetivo principal de promover la sensibilización y la formación ambiental de la sociedad madrileña y actuar como catalizadores de una nueva forma de ocio muy ligada a los espacios naturales de nuestra región.

Hoy, quince años después, podemos decir que este objetivo se está desarrollando adecuadamente si nos atenemos al número de visitantes, que durante todos estos años ha ido experimentando un crecimiento sostenido hasta llegar a la cifra actual de más de trescientos mil visitantes o usuarios de los servicios ofrecidos en los centros.

Los Centros de Educación Ambiental pueden ser entendidos desde una doble vertiente; se trata de espacios ubicados en entornos estratégicos desde el punto de vista medioambiental, dotados de infraestructuras apropiadas y dirigidas a la enseñanza y educación, pero que, por otro lado, requieren un equipo educativo y dinamizador de los recursos que ofrecen.

Esta orientación hace que tanto los habitantes del área de influencia de cada uno de los centros como el resto de visitantes, a través de los programas y actividades que desarrollan, conozcan los recursos y las potencialidades del entorno, pero también las amenazas que penden sobre este y cómo todos podemos colaborar para su conservación y mejora, es decir cómo todos somos y debemos actuar como agentes ambientales.

En este sentido, para la ubicación de los centros en el territorio madrileño se han tenido en cuenta diferentes aspectos, como el hecho de encontrarse en espacios de interés natural, la afluencia de visitantes y la diversidad de la oferta natural, paisajística y territorial de la Comunidad de Madrid.

Así, un recorrido por la red, compuesta por once centros de educación ambiental: Hayedo de Montejo, El Hornillo, Manzanares el Real, Valle de la Fuenfría, Caserío de Henares, Puente del Perdón, Polvoranca, Arboreto Luis Ceballos, El Campillo, El Águila y Bosque Sur, nos permitiría conocer los diversos ecosistemas madrileños con su flora y su fauna características y disfrutar de paisajes tan diferentes como las cumbres del Guadarrama, las particulares formaciones graníticas de La Pedriza o los cortados y lagunas del Parque del Sureste.

A estas características naturales debemos añadir la labor realizada por los equipos educativos multidisciplinares, coordinados por la Dirección General de Medio Ambiente, desde donde se diseñan las grandes líneas de actuación, que han de responder también a criterios de versatilidad, puesto que los programas  desarrollados a través de los centros, su oferta educativa, deben cubrir las necesidades y responder a la demanda de tres grupos diferentes de ciudadanos que constituyen el público objetivo de nuestros centros: grupos escolares, población local y público familiar.

Todos los programas se diseñan y desarrollan en torno a los objetivos generales de la red de centros -definidos en su creación- y a los objetivos específicos de cada uno de ellos, pero siempre encaminados a:
— Promover el interés, conocimiento y comprensión de los factores y procesos ambientales y sus conexiones con los sistemas sociales, económicos y culturales, partiendo de las características y recursos propios de cada zona.
— Fomentar la motivación para participar activa y responsablemente en los asuntos ambientales.
— Capacitar a las personas para la obtención y análisis de la información.
— Facilitar el conocimiento de los problemas ambientales que afectan al propio entorno, relacionándolos con los del resto del planeta, y potenciar los comportamientos y capacidades orientados a su resolución.
— Impulsar en la sociedad una ética que haga posible la extensión de prácticas sostenibles en todos los ámbitos, basadas en la utilización racional y solidaria de los recursos.
— Mostrar, valorizar y contribuir a la conservación de los aspectos naturales y culturales del entorno de los centros de educación ambiental.

Para el logro de estos fines se organizan más de mil actividades anuales  que van desde la horticultura ecológica a concursos de fotografía, pasando por observatorios de rapaces nocturnas, sendas ambientales, talleres de construcción de juguetes con material reciclado o reconocimiento de especies arbóreas, entre otras.

Estas actividades, por otro lado, varían según la estación del año en la que nos encontremos en respuesta a los cambios que sufre el entorno y la naturaleza que rodea los centros.

Esta es en definitiva la realidad de la Red de Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid, en los que naturaleza, grupos educativos, recursos, actividades y ciudadanos responsables y concienciados en la protección del medioambiente se convierten en agentes defensores de nuestros espacios más singulares. Todo ello, bajo el prisma de una política medioambiental coherente y efectiva.

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Naturaleza y Ocio: La red de Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid.”
Comparte:
  • Print
  • Digg
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Mixx
  • Google Bookmarks
  • email
  • MySpace
  • PDF
  • RSS
  • Twitter
  • LinkedIn