Ejemplar adulto de Saperda carcharias (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

Ejemplar adulto de Saperda carcharias (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

DESCRIPCIÓN.
Saperda carcharias L. es un insecto Coleóptero perteneciente a la familia Cerambycidae, cuyas larvas realizan galerías en los troncos y ramas de árboles de los géneros Populus y Salix.
Se trata de una especie muy común en las choperas de Europa y parte de Asia. En España es considerada como una de las principales plagas que afectan a las plantaciones de chopos que ocupan la mitad norte de la península. Aunque su biotopo más habitual son las choperas, también se localiza en los bosques húmedos de montaña.
Denominada popularmente como saperda mayor debido a la gran diferencia de tamaño que existe frente a la saperda pequeña (Saperda populnea L.), la hembra adulta puede alcanzar hasta 30 mm de longitud frente a los 14 mm de esta última.
Los imagos tienen los élitros de color amarillo grisáceo con numerosos puntos negros brillantes. Las antenas del macho son más largas que su cuerpo y presentan anillos negros y amarillos alternados.
Las larvas son ápodas, de color blanco amarillento, con la cabeza pequeña y provista de unas potentes mandíbulas de color castaño. Posee los segmentos bien diferenciados y unos abultamientos con los que se ayuda en sus desplazamientos. En su máximo desarrollo larvario puede alcanzar los 40 mm de largo y un grosor de 10 mm.

CICLO BIOLÓGICO.
Este Cerambícido necesita dos años para completar su ciclo biológico. Los adultos aparecen en la segunda quincena del mes de julio, alimentándose de las hojas y las partes tiernas de los chopos hasta finales de septiembre.

Aspecto de la larva de Saperda carcharias en el interior de la galería subcortical (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

Aspecto de la larva de Saperda carcharias en el interior de la galería subcortical (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

Durante este periodo se aparean y tiene lugar la puesta; la hembra introduce cada huevo, de color blanquecino, en una incisión vertical que realiza en la corteza del tronco, normalmente en la parte inferior. El número de huevos por hembra y puesta suelen ser unos 30, aunque varía dependiendo de su longevidad. Realizan la puesta desde inicios de agosto hasta finales de septiembre.
A mediados del mes de mayo del año siguiente eclosionan los huevos y aparecen las primeras larvas. Éstas se alimentan bajo la corteza, inicialmente del floema, y, posteriormente, excavan una profunda galería en el xilema que va aumentando de tamaño con su crecimiento. Del mismo modo, aumenta el tamaño de las virutas resultantes de las perforaciones, que se amontonan en la base del tronco, quedando restos en el orificio de entrada de la galería.
Las larvas reducen su actividad con el descenso de las temperaturas, y llegada la primavera, se activan, alimentándose y aumentando de tamaño hasta alcanzar su desarrollo completo a finales del mes de julio. En este momento se localizan en la parte final de la galería, para su transformación en pupa durante el resto del mes de julio y agosto. La pupa es de color blanco amarillento y alcanza un tamaño de 30 mm.
Transcurrido aproximadamente un mes, el insecto adulto recorre la galería para emerger al exterior, dejando un agujero en el tapón de residuos de virutas que se avista sobre la corteza del tronco. A continuación, emprende el vuelo
hasta alcanzar la copa de los árboles, donde, como ya se ha indicado, comienza a alimentarse de las hojas y las partes más tiernas.
Este ciclo biológico puede variar de unas zonas a otras en función del clima y la latitud, alcanzando hasta 4 años en las zonas más frías.

Corte transversal de un tronco afectado (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

Corte transversal de un tronco afectado (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

DAÑOS.
Los daños son provocados por la alimentación de las larvas en el interior de galerías que pueden alcanzar hasta 40 mm de sección. Éstas se distribuyen por todas las partes del tronco, desde la parte superior del fuste hasta la base, donde son más frecuentes y fáciles de detectar.
Los árboles afectados presentan externamente un debilitamiento generalizado, con crecimiento incompleto y poco vigoroso. Por otra parte. la presencia de galerías provoca una importante depreciación en la calidad de la madera, que puede quedar inservible según su destino en la industria.
En el caso de árboles jóvenes, la presencia de un número importante de galerías provoca una falta de resistencia física en los tallos, que suelen troncharse por efecto del viento.
Su presencia es fácilmente diagnosticable a partir de los tapones de virutas que quedan adheridos a la entrada de las galerías sobre la corteza.
Se trata del Cerambícido que produce las galerías más grandes en choperas, y se distingue de otros perforadores del chopo por el gran tamaño de las virutas que produce al excavarlas.
Este insecto se alimenta en choperas de todas las edades, pero no es frecuente su detección en viveros. Por otra parte, no se encuentran diferencias notables en cuanto a su preferencia por uno u otros clones.

Árbol con galerías de Saperda carcharias tronchado por la acción de viento (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)

Árbol con galerías de Saperda carcharias tronchado por la acción de viento (Foto: Nieves Ibarra Ibáñez)


MÉTODOS DE CONTROL Y TRATAMIENTO.

En el caso de choperas en producción de madera de las que se pretende obtener un rendimiento económico, es aconsejable realizar tratamientos químicos eficaces desde la detección de los primeros síntomas.

El tratamiento recomendable consiste en pulverizar con un producto fitosanitario autorizado los primeros metros del tronco. La época adecuada dependerá de las condiciones climatológicas de la zona, coincidiendo con el periodo comprendido entre el momento anterior a la puesta de las hembras adultas y la emergencia de las larvas más tardías.

El número de tratamientos necesarios para el control de este insecto dependerá del nivel poblacional que haya alcanzado, siendo necesario en algunos casos realizar varias intervenciones sucesivas.

 

Enrique Martín Bernal, Ing. Técnico Forestal, Dpto. Medio Ambiente. Gobierno de Aragón.
Nieves Ibarra Ibáñez, Ingeniera de Montes, Unidad de la Salud de los Bosques, Dpto. Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Gobierno de Aragón.

FICHA Nº31 Saperda carcharias L.: perforador del chopo.
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