DE PESCA

En la orilla de la mar
es el cantar de las olas
armonía de esmeraldas
entre zafiros perdidas.

Sonidos limpios, bien claros,
transparentes, con las vidas
de las voces de cuantos
en sus aguas moran.

Sonidos también escuchados
por el sónar de esos pesqueros
que de luces han poblado,
la mar que ya no es zafiro.

El sol, con prisa ha huido.
La luna llena su presencia hizo,
mas piadosas nubes, cubrieron su rostro
para evitar que contemplara
espectáculo trágico.

No eran luces, sino focos,
más potentes que mil soles,
los que de los pesqueros colgaban,
en sus redes, atrapando sin piedad
hasta los más pequeños peces.

Indiscriminada pesca de bajura,
esquilmando la ya tan frágil vida
de un océano condenado a perecer
para satisfacer la insensatez y codicia
de hombres que ya dejaron de serlo.

(Contemplando la pesca vespertina
en la costa de Wanli.)

Poesía de Santiago Rupérez

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