Extinción de incendios forestales. Los últimos 15 años vistos desde la empresa privada.

Miguel Porrero, Ingeniero Técnico Forestal.

La extinción de los incendios en los bosques que gestionamos el colectivo forestal tenía que responder a la creciente atención que estos sucesos tienen hoy para las sociedades modernas.

QUINCE AÑOS DE ESPECIALIZACIÓN Y SUPERACIÓN.
El interés por el medioambiente ha sido creciente, y en la actualidad es una de las prioridades del discurso político. El camino para alcanzar un mayor grado cultural pasa necesariamente por el respeto hacia el entorno natural, entendido como una seña clara de nuestra identidad colectiva. Este reconocimiento ha constituido una verdadera revolución del sector forestal, y hoy todos los estamentos de la sociedad quieren aportar algo y participar en la conservación del medio y en la defensa de la biodiversidad. Los solitarios guardas forestales de antaño, hoy agentes de medio ambiente, se ven ahora acompañados en los incendios de técnicos, científicos, personal sanitario, preparadores físicos, personal de empresas públicas diversas y algunas privadas, periodistas, policías e incluso militares. Todos ellos especializados y decididos a tener una participación activa en una actividad, la extinción de incendios forestales, inequívocamente percibida como positiva. La famosa frase de “todos contra el fuego” parece que ha sido sustituida por la de “todos en el fuego”. Si analizamos esta evolución, desde el espíritu positivo que nos caracteriza a los forestales, hay que reconocer que hemos conseguido interesar a la sociedad por nuestro trabajo como conservadores del patrimonio forestal y medioambiental español, que ha alcanzado tal importancia que otros muchos quieren ayudarnos, aportando recursos de todo tipo.

Para los que participan activamente en la extinción, esta evolución se manifiesta además mediante la presencia permanente de las noticias sobre incendios en prensa y otros medios de comunicación, incluso en las famosas tertulias de media tarde en TV, en la cuantía de recursos económicos y personales asignados, en la consolidación del sentimiento conservacionista en la sociedad española, especialmente en los más jóvenes (reciclar, ahorrar agua, proteger los bosques, etc.), en el incremento de las asociaciones de voluntarios, en la dedicación de recursos costosos a los labores de extinción (de maquinaria pesada, de autobombas de ultima generación, y además tenemos la flota de aviones y helicópteros de extinción mayor de Europa), contamos con los mejores equipos de protección y seguridad, buenas herramientas, etc. Se ha producido el aumento en los periodos de contratación del personal contra incendios, pasando de los tres meses iniciales (contrato por empresas privadas) a prácticamente el año completo (contratos con empresas publicas y pasando a ser el personal casi funcionario), etc.

Todo ello nos ha llevado a consolidar un sistema fuerte, estable y pesado en algunos casos, debido a las condiciones que disfruta el personal en las empresas publicas. En la actualidad, las administraciones están obligadas a consolidar partidas de gasto considerables para la gestión de todo este operativo.

Capítulo aparte merecen los refuerzos aéreos y la maquinaria pesada, sin las cuales ya no se entiende la extinción de los incendios forestales en España.

Pero para conocer cómo ha sido la evolución en cada aspecto concreto de la extinción de incendios forestales en los últimos 15 años desde la empresa, nada mejor que preguntar a los protagonistas de la misma, a nuestros compañeros forestales en activo, y conocer su experiencia personal.

AGRADECIMIENTOS.

Después de algunos años sin publicar en la revista Foresta, mi amigo Ismael, el más forestal de los periodistas españoles, me pide que participe en este número especial y que relate mi experiencia personal en la extinción de incendios forestales en España. Para mí es un orgullo, y con mucho placer colaboro con esta revista.

Por edad y circunstancias laborales fui uno de los primeros técnicos de brigada helitransportada. A mediados de los años 80, con la carrera recién terminada, nos incorporamos a esta nueva especialidad de nuestra profesión forestal. El combate de incendios con y desde medios aéreos requería una especialización que, si bien inicialmente no teníamos, fuimos adquiriendo con los años.

Posteriormente y desde la empresa que dirijo ha participado en la puesta en marcha de muchas de las unidades, cuadrillas y brigadas aerotransportadas contra incendios forestales que se han puesto en marcha en España. En la actualidad sigo vinculado con el fuego y los helicópteros.

Simultáneamente he elaborado y participado en programas de formación, entrenamiento y seguimiento de la formación en la mayor parte de las Comunidades Autónomas.

La extinción de incendios forestales es un trabajo que marca especialmente a aquellas personas que lo han realizado alguna vez, y que te permite recordar con simpatía y añoranza incluso los momentos y experiencias más difíciles. Esto es debido a que tiene un factor inherente de superación de dificultades y riesgos a través de la inteligencia, la imaginación y el valor. Por esta razón la profesión de bombero -urbano, aeroportuario o forestal- goza en todo el mudo del respeto general de la población.

En este punto, me gustaría recordar y saludar a todos aquellos que participaron alguna vez en la extinción de incendios forestales, y que sin duda deben conservar como yo este recuerdo con orgullo.

Respecto a los compañeros que siguen en activo, ellos son los verdaderos artífices de la evolución de este sector durante los últimos años, y se han convertido hoy en auténticos expertos de nivel internacional.

TÉCNICOS ESPECIALISTAS CONTRA EL FUEGO.
En 1991, por indicación de D. Ricardo Vélez, nuestro maestro, me reuní con José Manuel Peixoto, un joven ingeniero de montes portugués. Hablamos sobre la situación de la formación a ambos lados de la frontera y de cómo podríamos intercambiar experiencias. Me cautivó la exposición que me hizo sobre las técnicas que utilizaban para realizar la reconstrucción de los incendios forestales y determinar sus posibles causas. Al año siguiente lo invitamos a dar una conferencia, de apenas una hora, en el curso que EIMFOR impartía a los técnicos de la Junta de Andalucía en Marbella, de tan buen recuerdo para todos los que participamos en el mismo. Esta intervención despertó tanto interés que en el año 1993 el Ministerio de Medio Ambiente nos encargó la organización del primer curso de Investigación de Causas de Incendios Forestales para Agentes de Medio Ambiente. Posteriormente, esta formación ha sido impartida a técnicos, policías y alumnos de escuelas técnicas, tanto en España como en el extranjero, por nuestra empresa.

Para comprobar el desarrollo actual de estas técnicas contamos con Juan Barroso.

SITUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN DE CAUSAS DE INCENDIOS FORESTALES.
Juan Barroso Fernández, Director Técnico de Eural, S.L. Ingeniero Técnico Forestal.

La prevención es fundamental en la lucha contra los incendios forestales. Creo que esta afirmación no hace falta defenderla o justificarla. Igualmente, creo que no es necesario explicar que para desarrollar prevención es muy importante conocer por qué, cómo y cuándo se produce un incendio.

Desde el año 1993, la investigación de causas ha sido la herramienta que nos ha permitido profundizar en este aspecto de la prevención, difundiéndose
y llevándose a la práctica en mayor o menor medida en todas las CC.AA. Desde entonces se ha mejorado considerablemente el conocimiento de las causas, se ha aumentado el registro de este tipo de siniestros, se identifican cada año a más autores, pero en mi opinión, aún estamos lejos de alcanzar el nivel de desarrollo que requiere una problemática de este tipo.

No nos podemos conformar con saber si un incendio es intencionado o el resultado de una negligencia, producido por una quema de restos de poda o para regeneración de pastos. Estos datos sirven para hacer estadísticas, pero para hacer prevención hay que llegar más allá, determinando exactamente las circunstancias que han propiciado que se provocase el incendio, recopilando toda esa información y trabajando posteriormente con ella en la planificación de diferentes acciones preventivas.

Las Comunidades Autónomas son conscientes y trabajan invirtiendo en esfuerzos en esta dirección (formación, registro de la información, bases de datos…), pero todavía se sigue relegando a un segundo o tercer plano esta área de la lucha contra los incendios forestales a la hora de planificar, de gestionar.

Finalmente, cabe indicar que en los últimos años algún sector de nuestro colectivo parece que quiere convertir la investigación de incendios en un tema puramente policial y exclusivo de este colectivo. Estoy convencido de que no es el camino correcto. Desde la parte forestal se le debe dar un enfoque dirigido a la prevención, con la participación de todos los colectivos involucrados en la consecución de los objetivos. Para resolver la parte policial, la sociedad ya dispone de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Sólo hay que coordinarse: se trata de dialogar y de colaborar. No quiero decir que no se deba perseguir a los autores desde la parte forestal, todo lo contrario, y en ello juegan un papel muy importante los Agentes Forestales, al igual que en otras áreas de la lucha contra los incendios.

Aún se puede hacer mucho para evitar un gran número de incendios, y además es factible. No debemos conformarnos y acostumbrarnos a su presencia en nuestros montes.

LA COORDINACIÓN DE MEDIOS AÉREOS EN INCENDIOS FORESTALES , EVOLUCIÓN Y FUTURO.
Santiago Couceiro López, Director del Área Forestal y Medio Ambiente, Consultoría Natutecnia, S.L, Ingeniero de Montes.
Los técnicos han ido especializándose en actividades complementarias de la extinción que hoy son imprescindibles. Un ejemplo de esta especialización es la coordinación aérea. Inicialmente, ésta era realizada por el piloto mas veterano de la flota de medios aéreos, pero su complejidad actual requiere dedicación exclusiva y una gran cantidad de conocimientos sobre el comportamiento del fuego. Un experto en coordinación, Santiago Cruceiro, nos habla de su trabajo.

Los coordinadores de operaciones aéreas son los responsables de las operaciones y de la organización de los medios aéreos en el incendio forestal, velando siempre por la seguridad y la eficiencia de los mismos.

Existen desde hace tiempo en países de larga tradición en cuanto a técnicas y empleo de medios aéreos en la lucha contra el fuego. Actualmente, en España, la figura del coordinador se ha ido integrando paulatinamente en los diferentes planes nacionales y autonómicos, formando ya una parte fundamental del dispositivo de extinción.

Desde la detección del incendio y el envío de los primeros medios aéreos, pasando por la decisión de enviar o no un coordinador por parte de los centros de mando y hasta la desmovilización del mismo, es necesario homogeneizar los protocolos de trabajo y los procedimientos operacionales para garantizar la seguridad y la eficacia de las operaciones, así como asegurar una correcta incorporación del recurso en cualquier Sistema de Manejo de Emergencias (SME) autonómico, nacional o internacional.

El equipo de coordinación estará compuesto por un equipo mixto formado por dos técnicos y un piloto. Mediante un equipo mixto se suman los conocimientos y experiencias de cada uno de ellos, produciéndose un efecto sinérgico positivo de cara al óptimo desarrollo de los trabajos.

Técnico 1: Un Ingeniero de Montes o Ingeniero Técnico Forestal con experiencia en trabajos de extinción desde tierra (conoce y prevé el comportamiento del fuego, así como los procedimientos para su control), comunicaciones radiofónicas, vuelo en avión/helicóptero, familiarizado con los diferentes tipos de aeronaves empleadas en la extinción (fortalezas y debilidades). Además, tendrá conocimientos de orientación y navegación aeronáutica, procedimientos de ordenación del tráfico aéreo y manejo de GPS. Su función principal es la de coordinar el tráfico aéreo.

Técnico 2: Un Ingeniero de Montes o Ingeniero Técnico Forestal con experiencia en trabajos de extinción desde tierra. Especialista en Sistemas de Información Geográfica (SIG), navegación y GPS. Su función principal en vuelo es la de complementar la labor técnica en cuestiones cartográficas, comunicación con los centros de mando, apoyo en la banda terrestre, toma de fotografía-vídeo, envío de información digital vía web.

Piloto: Comandante de avión ligero o helicóptero, con dilatada experiencia en vuelos de extinción de incendios forestales, habilitación de Piloto Agroforestal y, preferentemente, certificación para vuelo instrumental (IFR).

Para realizar la coordinación tenemos dos opciones: avión o helicóptero. Todos los medios son útiles y complementarios. Para su elección es necesario evaluar qué aeronave maximiza los objetivos que se buscan en la operación.

Los factores a estudiar son: coste económico, velocidad, maniobrabilidad, capacidad, ergonomía, acústica, visibilidad, prestaciones, radio de acción, orografía de trabajo. Considerando todas estas variables cada organismo encontrará argumentos para justificar su decisión.

Actualmente, y con el objetivo de aumentar el valor añadido del recurso, en vuelo y en tiempo real se informa a los centros de mando acerca del desarrollo del comportamiento del fuego y de las operaciones de extinción. Además se perimetran los incendios y se envía información digital por correo electrónico (vídeos, fotografías, plan de operaciones, etc.).

En un futuro cercano, y basándose en la evolución del recurso durante los últimos 10 años, la coordinación de medios aéreos se convertirá en un medio imprescindible en las operaciones de extinción de incendios forestales. Además de organizar el tráfico aéreo, deberá poder realizar otras funciones complementarias. Se destacan las siguientes: mantener en todo momento informado a los centros de mando, al Director Técnico de Extinción y al Puesto de Mando Avanzado (envío de información digital vía web), gestión de situaciones de simultaneidad (valoración y priorización de recursos aéreos y terrestres), actualización cartográfica de los incendios en tiempo real y valoración e información de situaciones potencialmente peligrosas (nivel 1 y 2).

INFRAESTRUCTURAS PARA EL USO DE AERONAVES EN EL MEDIO FORESTAL.
Luis Peñas Vázquez, Director del Departamento de Infraestructuras de Hispánica de Aviación, S.A, Ingeniero Técnico Forestal.
Otra de las nuevas actividades realizadas por forestales es la normalización de infraestructuras para el uso de aeronaves en el medio forestal. Las construcciones que se utilizan como apoyo a la extinción de incendios deben cumplir una normativa cada vez mas especifica, y nadie mejor que un forestal para servir como enlace con el sector aeronáutico dedicado al combate contra el fuego.

La evolución del diseño y la construcción de helipuertos y aeródromos de las bases contra incendios forestales se ha producido fundamentalmente por el cambio de la asesoría técnica disponible.

Inicialmente, la asesoría la realizaban los pilotos y las tripulaciones que iban a operar en su base correspondiente, con lo que a la hora de realizar los estudios para su autorización podían encontrarse diferentes superficies hormigonadas (para el caso de los helipuertos), cada una de ellas ubicadas según el criterio del piloto que hubiera tocado en suerte y no siempre adaptadas a las normas mínimas de seguridad. Actualmente se han empezado a realizar proyectos basados en ingenierías con experiencia en el tema, cumpliendo las normas técnicas para una operación aérea segura y eficaz.

Los ingenieros forestales con experiencia en bases helitransportadas de incendios podemos ser los coordinadores (traductores) entre los aeronáuticos y los compañeros de las diferentes administraciones, dando soluciones sencillas y baratas a los problemas de operación en dichas bases.

Entre esas ingenierías se encuentra HASA y su Departamento de Infraestructuras.

Desde el 2006 hemos realizado:
- Informes técnicos sobre cumplimiento de la normativa aeronáutica.
- Proyectos de helipuertos y aeródromos para su autorización por AESA.
- Sistemas automáticos de balizado de helipuertos.

LA PARTICIPACIÓN DE LOS CUERPOS DE BOMBEROS EN LOS INCENDIOS FORESTALES.
D. César Ortega Chíes, Director del Área de Emergencias de Consultoría Natutecnia, S.L., Ingeniero Técnico Forestal.
Como especialistas en combatir los incendios, algunos forestales se han decantado por la parte urbana. Actualmente, técnicos como César Ortega coordinan parques de bomberos urbanos y se han adaptado a las singularidades del sector, pero sin perder la visión forestal de los mismos.

La intervención de los distintos cuerpos de bomberos en la extinción de incendios forestales se ha venido produciendo desde siempre en mayor o menor medida. Su papel tradicional fue la intervención en situaciones de interfase urbano-forestal y otras similares debido fundamentalmente a su especialización profesional, las características de su parque móvil, así como al equipamiento del personal y herramientas utilizadas.

En los últimos 25 años, y sobre todo a partir de los primeros años 90, ha sido cuando muchos de estos servicios han venido asumiendo un protagonismo creciente en todas las comunidades autónomas, de tal forma que han llegado a ser el servicio de extinción de incendios forestales principal en algunas de ellas.

Este hecho ha supuesto un intercambio y acercamiento mutuo entre los servicios forestales y los de bomberos de toda España, en el que estos últimos han realizado grandes esfuerzos en la adaptación de sus sistemas de organización, formación y entrenamiento, así como en el equipamiento del personal, y en especial, en la adquisición de vehículos de extinción específicos y la utilización de medios aéreos.

En el caso de Galicia, la responsabilidad de la intervención en incendios forestales recae en la Dirección General de Montes de la Consellería de Medio Rural, pero los diferentes servicios de bomberos comarcales, municipales y otros servicios de emergencia locales tienen sus propias competencias y responsabilidades en función de las situaciones previstas en los distintos planes de emergencias.

Los parques de bomberos comarcales que gestiona nuestra empresa en la provincia de La Coruña participan en los incendios forestales, tal como establecen los planes de emergencia vigentes, en aquellas situaciones que comporten un riesgo para las personas o infraestructuras, de forma que
nuestras dotaciones fundamentalmente realizan funciones de protección de poblaciones, habiendo evitado mediante su labor que muchas personas y poblaciones hayan sufrido daños o pérdidas.

MEDIOS AÉREOS.
Julián Ríos Punzano, Ingeniero Técnico Forestal y de Montes, Director General de Hispanica de Aviación, S.A.
Los medios aéreos, especialmente los helicópteros, han cambiado en estos últimos 15 años. Los antiguos modelos de procedencia militar (restringidos) han desaparecido, dejando paso a una flota civil, de concepción moderna según los estándares de AESA (Agencia Europea de Seguridad Aérea). Julián Ríos es el Director General de Hispánica de aviación, S.A., y Vicepresidente de la polaca Heliseco, ambas operadoras de helicópteros contra incendios forestales, tanto en España como en Polonia.

Desde el comienzo del trabajo de las primeras brigadas helitransportadas en España en los años 80, quedó demostrada la eficacia del binomio helicóptero-brigada, ya que se unían dos factores fundamentales en el control de un incendio forestal:
- Rapidez en la primera actuación sobre el fuego.
- Actuación conjunta de agua más herramientas.

Actualmente, las competencias en esta materia son de las CC.AA., que han ido contratando los medios aéreos que han considerado necesarios, conservando la Administración General del Estado, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (antiguo ICONA), los medios de refuerzo, que en la actualidad son medios aéreos bombarderos (tanto aviones como helicópteros) y brigadas helitransportadas tipo BRIF.

Todas las CC.AA. disponen de brigadas helitransportadas (pequeñas o medianas en función de sus necesidades) y medios aéreos de extinción (aviones y helicópteros).

Este crecimiento en la incorporación de medios aéreos en todos los operativos de defensa contra incendios forestales (de casi todos los países del mundo) ha supuesto un cambio sustancial en las técnicas de combate.

En muchas ocasiones, la incorporación masiva de medios aéreos no agiliza ni aumenta la eficacia en la extinción de éstos, ya que lo que se puede ganar en eficacia se pierde en desmotivación del personal de tierra, sensación de abandono e inseguridad y, sobre todo, esa incorporación masiva ralentiza muchas veces los repostajes y las maniobras, a la vez que disminuye la seguridad del espacio aéreo en un trabajo, como es el de la extinción de un incendio forestal, en el que ya de por sí está restringido a un área determinada.

Menos medios aéreos realizando un trabajo eficaz en zonas apropiadas (evitando descargas en zonas ya controladas o extinguidas, en zonas donde no hay personal de tierra que afiance el anclaje del trabajo, zonas donde la descarga se evapora antes de llegar al suelo, zonas donde el humo compromete la seguridad de las tripulaciones y provoca descargas no eficaces, descargas a la desesperada o siguiendo la instrucción desde tierra de “donde ustedes vean”) y apoyando en su mayoría a los medios de tierra, aumentaría considerablemente el rendimiento y eficacia en estas labores.

ESPECIALIZACIÓN DEL TECNICO DE BRIGADA HELITRANSPORTADA.
José Antonio Sánchez Ovejero, Subdirector de Eural S.L., Ingeniero Técnico Forestal.
La dirección de las unidades aerotransportadas contra incendios forestales están en el origen de empresas como Eural, constituida por técnicos expertos en esta especialidad. Desde entonces hasta hoy han cambiado en su estructura, pero no en su espíritu. Con mas de 15 campañas a su espalda, José Antonio Sánchez es uno de nuestros mayores especialistas, además de un gran formador e instructor de nuevos técnicos.

Existen varias diferencias respecto con los de hace 15 años, entre ellas, la mayor especialización de los técnicos que trabajan actualmente como jefes de brigada, puesto que para poder acceder a ese puesto se precisa que el técnico tenga formación y experiencia previas.

La formación se adquiere con la realización de cursos que se imparten habitualmente en las universidades por personal y empresas especializadas. También hay Comunidades Autónomas que imparten cursos para sus técnicos de helitransportada.

La experiencia se adquiere trabajando como peón en cualquiera de las numerosas bases que hay repartidas por España. Hoy en día no se concibe contratar un técnico que no haya trabajado un par de campañas de peón o capataz.

Esta mayor especialización del técnico permite que el trabajo de las cuadrillas se realice con más efectividad y seguridad, al tiempo que se convierten en una ayuda de garantía para el director de extinción.

Las condiciones actuales de trabajo han evolucionado favorablemente. Hace 10 años, un único técnico cubría toda la jornada, entrando a las 10:00 de la mañana y saliendo a la 21:00 horas, pudiendo ampliar su jornada casi de manera indefinida ante cualquier complicación. Actualmente, las jornadas están perfectamente definidas, aunque en circunstancias extremas y grandes incendios se pueden llegar a producir desfases importantes.

Por otro lado, sigue siendo un trabajo en la mayoría de los casos temporal, aunque algunas Comunidades Autónomas han decidido dar continuidad a la brigada en invierno con la realización de labores de prevención. Este hecho nos tiene que hacer pensar que el técnico no es un capataz de trabajos selvícolas y se le debe pedir que efectúe trabajos más técnicos y efectivos.

Como conclusión, quisiera decir que gran parte de lo logrado hasta ahora en la seguridad y eficacia de las brigadas helitransportadas se debe al trabajo y a la implicación de muchos técnicos, cuya máxima ilusión ha sido, dentro de la responsabilidad, mejorar y buscar su futuro profesional ligados a este medio. Todo lo que se ha logrado no debería dilapidarse ni perderse, como empieza a suceder en algunas CC.AA., con la sustitución de técnicos de empresas privadas o públicas por otro tipo de personal, con una menor implicación en el control y la formación del personal a su cargo. Creo que se debería buscar la creación de equipos multidisciplinares y no excluir a los técnicos sin más razón que su categoría o el montante de su salario.

“El técnico de brigada helitransportada, está hoy más preparado y tiene más experiencia.”

FORMACIÓN ESPECIALIZADA EN INCENDIOS FORESTALES.
Rosa Planelles González, Directora de Entrenamiento e Información Forestal, EIMFOR, S.L., Profesora Asociada de Defensa del Monte. ETS.I Montes Universidad Politécnica de Madrid, Ingeniero de Montes.
La formación y actualización del colectivo contra incendios, tanto de los profesionales como de aquellos otros que se están preparando para serlo, es realmente la piedra angular, el cimiento sobre el que se sustenta todo el sistema, y realmente la herramienta mas importante para haber alcanzado el grado de especialización actual. Rosa Planelles nos informa sobre cómo están hoy los planes formativos en el operativo contra incendios y en la universidad.

La formación en cualquier ámbito debe ser algo dinámico, en constante cambio y adaptación a los tiempos. En el campo de los incendios forestales no es distinto, y desde siempre se ha impartido algún tipo de formación en el sector, quizás hace unas décadas primando la buena voluntad y el carácter generoso de los que aprendían de su propia experiencia en el medio.

Es probablemente en los últimos 10 años cuando se percibe un reconocimiento mayor a la necesidad que tenemos todos, tanto los profesionales dedicados a los incendios (agentes medioambientales, técnicos, bomberos, pilotos, Guardia Civil, Protección Civil, etc.) como los colectivos de jóvenes que se preparan para incorporarse al mundo laboral, de formarnos permanentemente y de forma más rigurosa. La complejidad y diversidad de trabajos vinculados con los incendios en sus distintos enfoques (prevención, investigación, extinción, restauración) genera multitud de disciplinas merecedoras de estudio y aprendizaje, como la investigación de las causas de los incendios, el comportamiento del fuego, la meteorología, la seguridad, la prevención, la dirección de extinción, la coordinación aérea, el análisis de situaciones, la restauración postincendio y un largo etcétera.

El acceso a las tecnologías de la información permite una mayor comunicación, un acercamiento más rápido a los conocimientos en cualquier parte del mundo, aspectos teóricos que deben contrastarse sobre el terreno, ejercicio indispensable y cada vez más demandado (prácticas, simulacros, entrenamientos…). Y de esta importante labor nos encargamos muchos colectivos: la propia administración, que destina recursos a formar a sus técnicos y agentes, las empresas especializadas, las universidades, los centros de capacitación, en fin, gran número de personas que creemos que nuestro trabajo repercute en el bien común. En este sentido se presenta ante nosotros el importante reto de homogeneizar una formación de calidad para salvar los riesgos que supone la presencia de tantos organismos y entidades implicadas.

LA RELACIÓN EMPRESA PRIVADA Y ADMINISTRACIÓN EN EL MARCO DE LOS TRABAJOS DE EXTINCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES.
D. Julián Martín Caminero, Director de Europa Agroforestal, S.L., Delegado de Asemfo en Castilla y León, Ingeniero Técnico Forestal.
Las empresas nos estamos adaptando continuamente a las circunstancias del mercado, sirviéndonos de la capacidad de nuestros directivos y de su esfuerzo personal. Para saber cómo está ahora esta situación de la empresa privada le preguntamos a Julián Martín.

A lo largo de los últimos 15 años se ha producido en líneas generales una amplia especialización en todos los trabajos relacionados con la extinción de incendios forestales, si bien la evolución y mejora no se ha producido por igual en todos los ámbitos ni en todos los lugares.

Esta especialización ha venido de la mano tanto de los responsables de los servicios de extinción de las distintas administraciones como de las propias empresas privadas. En los primeros años fue la implicación a nivel personal y particular de un grupo de personas apasionadas y con una gran ilusión, conocedores del problema; en muchos casos se trataba de personas que comenzaron su futuro profesional luchando con el fuego con muy pocos medios, que han ido consiguiendo que se apueste por esa profesionalización en los trabajos desde todos los puntos de vista: seguridad, técnicas de trabajo, formación especializada, coordinación de los medios aéreos, equipos de protección, herramientas, etc.

Los servicios responsables de la extinción de incendios forestales en las distintas administraciones han ido evolucionando de manera distinta en cada una de ellas, manteniendo en algunos casos ciertos parámetros comunes. Esto se debe en buena medida a un grupo de empresarios con un espíritu de mejora continua y una capacidad de trabajo incansable, que han logrado que hayan ido apareciendo y consolidándose empresas privadas especializadas en la gestión y apoyo a las labores de prevención y extinción de los incendios forestales.

Estas empresas han ido convirtiéndose en aliados y colaboradores dentro y fuera de nuestras fronteras, aportando propuestas, ideas y mejoras, desarrollándolas posteriormente según las necesidades. Ha sido esta capacidad de gestión, flexibilidad, rapidez en la ejecución y adaptación a las necesidades del momento la que nos permite afirmar que actualmente existen en el sector un pequeño grupo de empresas eficaces y competitivas, capaces de dar respuesta a las necesidades actuales y futuras del sector, funcionando este binomio administración–empresa privada de manera ejemplar en muchos lugares.

Sin la colaboración y el trabajo conjunto de ambas entidades no hubiera sido posible avanzar sobre el terreno y evolucionar hasta la situación actual. Hemos de ser conscientes de que en un sector modesto como es el nuestro, con relativa escasa inversión, se consiguen grandes resultados.

La crisis económica nos está golpeando con mucha dureza, nos encontramos en un momento en el que las administraciones están sufriendo recortes continuos y las empresas llevan años ajustando sus estructuras y teniendo que limitar sus inversiones tanto en mejoras como en el desarrollo de nuevos proyectos.

Necesitamos ahora más que nunca la inversión y el esfuerzo por parte de todos para seguir mejorando. La especialización pasa por una apuesta real y creíble. La falta de inversión actual no debe llevarnos a retroceder en el tiempo en asuntos como la estabilidad laboral de los trabajadores o la inversión en nuevos equipos de protección, medios materiales, etc., que finalmente acabaran repercutiendo en la seguridad de personas y bienes en un trabajo de riesgo elevado como es la extinción de los incendios forestales.

SUPERAR LA CRISIS.

La empresa privada se encuentra en un buen estado de desarrollo, adaptándose para superar la crisis y apostando decidida y valientemente por el futuro. Tendrá aún que hacer grandes esfuerzos, pero no podemos permitirnos prescindir de ella. La imaginación, la ambición en sus proyectos, su capacidad de innovar y el coste variable de su estructura, grande o pequeña según el volumen de trabajo que desarrolla, permite optimizar los presupuestos y seguir trabajando cuando los recursos económicos escasean. Hoy, inmersos en la crisis económica mundial, es el momento de las empresas, e igual que hace años, es el momento de volver a contratar mayoritariamente con ellas. No se puede encontrar calidad a mejor precio. Si se nos pone a prueba somos capaces de demostrarlo, gracias a la preparación y espíritu de sacrificio de nuestros técnicos y trabajadores.

Seguramente otros muchos técnicos de empresa podrían haber participado en este artículo. Siento no poder dar cabida a todos. En el próximo, quizá.

Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Especial: Extinción de incendios forestales. Los últimos 15 años vistos desde la empresa privada.”
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