NOMBRE CIENTÍFICO |
Armillaria mellea (Vahl:Fr.)Kummer. |
FAMILIA |
Tricholomataceae Roze ex Overeem. |
SINÓNIMO |
Armillariella mellea (Vahl:Fr.)Karsten.; Clitocybe mellea(Vahl:Fr.)Ricken . |
NOMBRE VULGAR |
Armillaria de color de miel. |
SOMBRERO |
Normalmente de 5 a 12 cm. de diámetro, aunque puede alcanzar mayores dimensiones. Semiesférico y convexo en sus primeros estadios de desarrollo, en la madurez termina extendido, e incluso un poco embudado. Presenta un mamelón no demasiado pronunciado como el resto de las especies del género. La cutícula de joven tiene tonos amarillentos que con el tiempo toman el color de miel característico de esta especie, siendo mas oscura (pardusca) hacia el centro; la superficie está ornamentada al principio con escamas dispersas, amarillento-ocráceas que van desapareciendo con el tiempo. El margen aparece estriado por transparencia con la edad. |
HIMENIO |
Láminas bastante separadas, anchas, ligeramente decurrentes, blancas a débilmente cremosas; con el tiempo acaban con manchas pardo-rojizas. |
PIE |
De dimensiones muy variables dependiendo de los ejemplares (5-20×0,5-2 cm.), cilíndrico, arqueado, fibroso y elástico, de color amarillento-rojizo progresivamente más oscuro hacia la base. Su superficie aparece adornada con restos de escamas similares a las de la cutícula. En la parte superior presenta un anillo membranoso, persistente, blanco-crema. |
CARNE |
Blanca, con sabor ácido desagradable, lo mismo que su olor. Los ejemplares viejos son amargos. |
REACCIONES QUÍMICAS |
La carne con el ácido sulfúrico toma tonalidades rosadas; con la potasa se torna parda. |
ESPORADA |
Elipsoidales, lisas, hialinas y gutuladas de 7-9×5-6,4 micras, no son amiloides. En masa, la esporada es blanca, ligeramente cremosa. |
MICROSCOPÍA |
Basidios tetraspóricos, con forma de clavo, de 30-40×6-9 micras. La cutícula está formada por células (hifas) cilíndricas más o menos paralelas, tenuemente pigmentadas de color marrón. A diferencia de las demás especies europeas del género, A. mellea carece de fíbulas en las uniones de los basidios con el resto del himenio. |
ECOLOGÍA |
Armillaria mellea es un parásito facultativo, por lo tanto, es capaz de subsistir y seguir desarrollándose de forma saprófita, una vez que ha matado a su huésped. Habitualmente se propaga de forma vegetativa extendiendo sus rizomorfos de unos árboles a otros; en concreto, se ha llegado a encontrar algún individuo que ocupa más de 600 Has de superficie. Sin embargo, cuando acaba con sus huéspedes, a veces fructifica de manera muy prolífica formando grandes grupos de carpóforos y liberando ingentes cantidades de esporas. Aunque es más frecuente atacando a especies de frondosas tales como robles, hayas, castaños, árboles frutales, etc, también es capaz de parasitar a diversas especies de coníferas. Crece formando fascículos de numerosos individuos unidos por el pie de forma connata. Fructifica desde finales de verano hasta principios del invierno. |
COMESTIBILIDAD |
Parece ser que los individuos de A.mellea que crecen asociados a especies de frondosas provocan siempre trastornos digestivos, por lo que hay que desecharlos de manera sistemática. En cualquier caso, y aunque se trate de especímenes que crecen parasitando a resinosas hay que eliminar el pie por ser muy fibroso y los ejemplares viejos por acrecentarse en ellos el amargor. Por todo lo dicho se recomienda consumir únicamente los sombreros de los ejemplares jóvenes que fructifican sobre especies de coníferas. |
OBSERVACIONES |
Armillaria mellea forma parte de un conjunto de especies difíciles de diferenciar morfologicamente; en efecto, hasta hace poco se las consideraba como una sola especie con diferentes formas, sin embargo, al realizar pruebas cruzadas de interfertilidad, se ha comprobado que en Europa existen al menos seis especies diferentes, (A. mellea, A. ostoyae, A. tabescens, A. bulbosa, A. cepaestites y A. borealis). Las trés especies mencionadas en último lugar, no son muy agresivas, y bien parasitan débilmente a sus huéspedes, o bien se desarrollan de forma saprófita. |
AUTORES |
José Cuesta Cuesta (Ing. Técnico Forestal).
Nino Santamaría Rodríguez (Licenciado en Quirnicas). |