DESCRIPCIÓN.
Las termitas son isópteros, que viven en comunidad y que se alimentan de celulosa. Las termitas llevan muchos millones de años trabajando en el globo terrestre y constituyen la comunidad de insectos más antigua que se conoce.
Su clasificación entomológica podemos resumirla como insectos pertenecientes a la subclase Pterygota y orden Isoptera. La especie más representativa es Reticulitermes lucifugus, Rossi. Su vida es gregaria y muy parecida a la de las hormigas, distinguiéndose tres castas bien diferenciadas:
- La pareja fundadora, constituida por un macho y una hembra. Son individuos sexuados, sin alas y de un tamaño algo mayor que el resto. Su misión es la reproducción de la especie. Hay termes que son capaces de poner más de cuatro mil huevos diarios y más de diez millones al año.
- Individuos sexuados funcionales. Ápteros, son los que en determinadas épocas abandonan los nidos para dar lugar a nuevas colonias.
- Individuos sexuados y no funcionales y apteros, formados por obreros y soldados. Son machos y hembras indistintamente.
CICLO BIOLÓGICO Y DAÑOS.
Las termitas son seres casi indefensos, blandos y sin aguijón ni ningún otro medio de defensa. El tan fundado temor que les tenemos se debe a su inevitable necesidad de alimentarse de celulosa, lo que les hace el más potente agente destructor de madera de bosques, plantaciones y edificios. Para transformar la celulosa, utilizan unos protozoos que viven en su tubo digestivo, que desmenuzan mecánicamente. También ingieren quitina de los hongos de la madera y de los que se producen cuando los individuos de su propia colonia enferman o mueren.
El nido se halla siempre en el suelo, donde existe la humedad y la temperatura necesaria para su desarrollo. Pueden estar separados 50-100 metros de la zona donde actúen los termes y normalmente en lugares donde han quedado restos de maderas enterradas, como pueden ser los tocones de árboles viejos. Desde este lugar se trasladan subterráneamente hacia el maderamen de los edificios en busca de alimento.
Las termitas atacan principalmente a la madera de pino, horadando en el interior galerías en dirección a la fibra, pero respetan siempre una delgada capa exterior de madera para que no exista ningún signo aparente que revele su presencia, hasta que la madera atacada se rompe por no resistir la presión. Destruyen, por consiguiente, el maderamen de los edificios, los postes de líneas de electrificación y en general toda clase de madera que esté en contacto con el suelo. Es fácil encontrar en los montes árboles muertos o muy deprimidos en los que Reticulitermes realiza su ciclo vital, aumentando de esta forma su población.
MÉTODOS DE CONTROL. |
Enrique Martín Bernal
Ing. Téc Forestal
D.G.A.-Unidad Sanidad Forestal. Zaragoza
FICHA Nº10 Reconocimiento y detección de termitas. Daños y control. |