Larva en quinto-sexto estadio fuera de su refugio (Foto: Enrique Martín Bernal)
DESCRIPCIÓN.
Es un insecto que pertenece a los Lepidópteros y a la familia de los Tortrícidos, cuya larva se alimenta de las yemas de los pinos españoles, siendo sus ataques más graves en Pinus nigra, Pinus halepensis y Pinus pinea.
Este insecto puede presentar aisladamente dos generaciones anuales, aunque habitualmente se conforma con una sola generación anual. Este insecto ha sido introducido en el último siglo en las repoblaciones de Pinus radiata en el Archipiélago Canario, donde causa daños muy cuatiosos.
También ha sido introducido con material vegetal contaminado en América del Sur, siendo especialmente dañino en Chile y Argentina.
CICLO BIOLÓGICO.
Su ciclo biológico habitual consiste en que las mariposas, que son de color crema en la cabeza y tórax con alas de color acaramelado con unas líneas transversales plateadas, vuela desde finales del mes de abril hasta mediados de agosto. Estos ¡magos no se alimentan, localizan los machos la feromona sexual de la hembra y realizan la cópula.
La puesta la efectúan las hembras de forma aislada sobre las acículas de los pinos durante los meses de mayo, junio y julio.
Una vez transcurridos 10-12 días, nacen las larvas que se introducirán rápidamente en la vaina de una acícula, donde tejen un pequeño refugio. Las larvas nacidas desde mediados de mayo hasta finales de agosto evolucionan hasta su tercer estadio. Durante los meses de otoño e invierno, es decir, desde octubre a marzo, la larva reposa.
En primavera las orugas se revitalizan, aumentando sus necesidades alimenticias. Los daños en los pinos se hacen más visibles. Las orugas llegan a alcanzar su sexto estadio.
La fase de crisalidación se produce en las yemas del pino en el periodo abril-junio. Las mariposas emergen al exterior dejando el exuvio bien visible.
Daño de larva joven en yema (Foto: Enrique Martín Bernal)
Daño de larva en tercer estadio fuera de su refugio (Foto: Enrique Martín Bernal)
DAÑOS.
Las orugas perforan las yemas causando la muerte de brote o su deformación en forma de candelabro o bayoneta.
En especies como el Pinus nigra y Pinus radiata, el caso más grave se produce al suceder ataques de estos insectos durante varios años seguidos.
 Daños típicos de larva grande, con deformación grave de yemas terminales (Foto: Enrique Martín Bernal)
MÉTODOS DE CONTROL.
Estos insectos poseen gran cantidad de parasitoides y depredadores, que tenderán a hacer disminuir a umbrales permisibles las poblaciones. En el caso de ataques severos se pueden realizar tratamientos químicos contra las larvas en sus primeros estadios antes de introducirse en el interior de la yema o contra adultos antes de haber realizados la puesta. Este último método sólo se podrá aplicar cuando se conozca con exactitud la curva de vuelo de los insectos. |
Enrique Martín Bernal
Ing. Téc Forestal
D.G.A.-Unidad Sanidad Forestal. Zaragoza
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FICHA Nº7 RHYACIONIA BUOLlANA; oruga perforadora de las yemas de los pinos. |
