El Plan INFOCAM: presente y futuro de la lucha contra los incendios forestales en Castilla-La mancha.
Juan Sánchez Ruiz, Ingeniero de Montes, Jefe de Servicio de Protección del Medio Natural, Dirección General de Política Forestal, Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Fotografías: Archivo Organismo Autónomo de la Dirección General de Política Forestal.
La lucha contra los incendios forestales en Castilla-La Mancha ocupa una de las mayores preocupaciones tanto de los políticos responsables como de los gestores forestales. Desde hace ya bastantes años, este problema, junto a las pérdidas de suelo, es objeto fundamental en la planificación de las actuaciones forestales.
Con la reciente incorporación de una empresa pública a la gestión del Plan estamos involucrados en un proceso de homogenización regional de medios y protocolos que concluirá con la aprobación futura de un nuevo Plan de Emergencias. No obstante, vamos a repasar en primer lugar el catálogo de medios previsto para la campaña del 2010, y posteriormente la organización dispuesta en el Plan actual, para después dar unas breves pinceladas de los retos que se nos presentan.
1. MEDIOS DE VIGILANCIA.
PATRULLA MÓVIL: Nuestras patrullas están compuestas por dos o tres operarios en una camioneta “pick-up” dotada de una autobomba de unos 500 litros de capacidad. Junto a la misión de vigilancia está la de ataque a conatos e incendios incipientes. Tenemos una dotación regional de unas 100 patrullas, cuyo personal trabaja en turnos de 10 horas con presencia en días alternos, y disponibilidad para acudir a un incendio durante las 24 horas del día en que trabajan.
PUNTOS FIJOS: Tenemos una red compuesta por más de 100 puestos de vigilancia, que en su mayoría abren 10 horas al día.
OTROS MEDIOS: El Plan contempla también en este apartado a agentes medioambientales, Guardia Civil, policías locales y ciudadanos en general, que al divisar un incendio avisan directamente o a través del teléfono 112.
2. MEDIOS TERRESTRES de EXTINCIÓN.
VEHÍCULOS AUTOBOMBA: de los que en total disponemos de unos 100, organizados en turnos iguales que en las patrullas, y que se pueden diferenciar en:
Vehículos autobomba: vehículos con capacidad de transporte de más de 4.000 litros de agua y un conductor más uno o dos ayudantes.
Autobombas-retén: vehículos autobomba con cabina doble y capacidad para conductor y retén, compuesto este último por un capataz y hasta cuatro operarios.
Nodrizas: vehículos autobomba con conductor y ayudante que tienen una capacidad de unos 11.000 litros.
BRIGADAS TERRESTRES: Estamos en pleno proceso de adaptación al estándar regional, fijado en un responsable, un conductor y cinco especialistas, montados sobre un vehículo todoterreno. El medio desarrolla su trabajo durante el periodo de extinción en una base-retén cercana al pueblo o pueblos de origen de los operarios. Dicha base es ocupada en días alternos por una u otra brigada, de forma que los turnos de trabajo se organizan, al igual que en el resto de medios, en días alternos con presencia de 10 horas y disponibilidad las 24 horas.
3. MEDIOS AÉREOS de EXTINCIÓN.
BRIGADAS HELITRANSPORTADAS: Podemos diferenciar:
Bifor B: compuestas por un técnico, un responsable y cinco especialistas sobre un helicóptero de los modelos Koala o Bell 212. La disposición se completará previsiblemente para la próxima campaña con un total de 13 de estas brigadas.
Bifor A: compuestas por un técnico, un responsable y 12 especialistas, sobre dos helicópteros de los modelos Koala o Bell 212. Se dispone en total de tres brigadas regionales.
HELICÓPTERO BOMBARDERO PESADO: disponemos de un helicóptero tipo Kamov (K32).
AVIONES DE EXTINCIÓN: se plantean para el año próximo seis aviones de carga en tierra con capacidad de más de 3.000 litros.
AVIONES DE COORDINACIÓN: el Plan dispone para la coordinación aérea de dos aviones con cuatro técnicos de coordinación de medios aéreos, que para el próximo año estarán dotados de sistema de captación y emisión de imágenes.
MEDIOS del MMARM: los medios de apoyo que organiza el Ministerio a través del Área de Incendios Forestales, y que tienen su base de operaciones en Castilla-La Mancha, son las BRIF de La Iglesuela (Toledo) y de Cuenca, además del Kamov de Villares (Guadalajara).
4. MEDIOS DE COORDINACIÓN Y PLANIFICACIÓN.
Puesto que todos estos medios deben trabajar de una forma coordinada, el plan estructura una serie de mandos con distintas funciones:
- En el Centro Operativo Regional (COR) hay cada día un Jefe de Coordinación Regional, además de un técnico del COR, apoyados por emisoristas y analistas de incendios (Unidad de Análisis y Planificación, UNAP).
- En los Centros Operativos Provinciales hay cada día un Jefe de Coordinación Provincial, un técnico del COP, emisoristas y conductores.
- Dependientes de los distintos COP, cada día hay técnicos de extinción de guardia y agentes medioambientales, que se estructuran en: un auxiliar del técnico de extinción, varios jefes de comarca de incendios y varios jefes de zona y jefes de patrulla en cada comarca. Además, existe personal encargado de comunicaciones, vehículos, etc., así como la Brigada de Investigación de Incendios Forestales.
PERSPECTIVA DE FUTURO.
En los últimos años estamos asistiendo a la modificación de la problemática de partida. El cambio del uso del suelo, motivado por el abandono de la agricultura y ganadería marginal, ha contribuido a la mayor continuidad horizontal del combustible disponible. Si sumamos además la actual situación de calentamiento global, tenemos la consecuencia de que cada vez son más importantes en el reflejo estadístico de cada año las hectáreas quemadas debidas a los grandes incendios con respecto a los medianos y pequeños.
Y la problemática de los grandes incendios es otra, distinta y de mayor envergadura que la de los incendios forestales en general, de la misma manera que la problemática de un huracán poco tiene que ver con la de una borrasca tropical, aunque ambos fenómenos tengan igual origen y fundamento.
Como resulta obvio, 5.000 hectáreas quemadas en 500 incendios de 10 hectáreas no son comparables a 5.000 hectáreas quemadas en un solo incendio. No son comparables ni desde el punto de vista de la afección ecológica (las intensidades del incendio serán generalmente mucho mayores en el caso del gran incendio, con lo que habrá una mayor afectación al suelo, a la fauna y a la flora) ni desde el punto de vista de la afectación humana. Los grandes incendios llevan aparejados a la dificultad de su extinción grandes problemas de protección civil generalmente.
Por ello, superado ya el problema del pronto ataque con el incremento de medios, y especialmente con la distribución de medios aéreos de extinción, los servicios forestales de extinción de incendios debemos acometer el reto de integrar la nueva realidad a la que nos enfrentamos en nuestra planificación. Entre lo retos, la preparación de protocolos válidos para el trabajo en randes incendios que optimicen los medios disponibles y a la incorporación de nuevas tecnologías.
La sociedad nos demanda una respuesta que exige una cada vez mayor profesionalización, obligando esto a una especialización de los medios que intervienen. En este sentido se avanza con paso firme. La estabilidad en el empleo, bien como trabajadores hijos o fijos discontinuos, era algo que hace 10 ó 15 años nos parecía imposible de lograr en un trabajo temporal de esta índole, y sin embargo hoy es algo extendido a todos los operativos.
Igualmente, en el futuro cercano, los mandos del operativo de incendios forestales estarán dedicados todo el año al trabajo y estudio de los incendios forestales, realizando protocolos, simulacros, estudios de eficiencia…, dando respuesta en definitiva a los retos que la sociedad del siglo XXI nos está demandando.
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