Inventario del medio natural de los ríos Jucar y Cabriel. El proyecto EFLUS.

Inventario del medio natural de los rios Jucar y Cabriel. El proyecto EFLUS MF3

R. Molina, A. Quintanilla y D. Sanz*
J. L. González y O. Botella**
L. Pulido***
M. A. Rubio****
*Instituto de Desarrollo Regional (Sección de Teledetección y SIG, (Universidad de Castilla-La Mancha)
** PROAM Consultor Medio Ambiental. S.L.
*** Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos. (Universidad de Castilla-La Mancha)
**** Asociación para el Desarrollo Integral de La Manchuela Conquense (ADIMAN)

El inventario del medio natural de los ríos Júcar y Cabriel ha arrojado un gran volumen de datos en las áreas estudiadas (geología, hidrología, hidrogeología, geomorfología, flora, vegetación y fauna). Se expone un extracto de los resultados en cada uno de los apartados mencionados, así como de la valoración que se hace de los distintos tramos de ambos ríos de acuerdo a criterios geológicos y biológicos.

INTRODUCCIÓN Y CONSIDERACIONES INICIALES.
El río Júcar y su afluente el Cabriel
Las características morfológicas, edáficas y climáticas de los territorios bañados por los ríos Júcar y Cabriel y por los pequeños cauces de ellos tributarios han permitido a las comunidades humanas aledañas a los mismos crear una estrategia sostenible desde tiempos pretéritos, que se manifiesta en un singular sistema de aprovechamiento del suelo y del agua que se expresa mediante un valiosísimo patrimonio cultural: huertos, azudes, represas, molinos harineros, batanes, puentes, acequias, partidores, lavaderos, fortalezas, ermitas, martinetes, caces, norias, etc.
Según palabras de Joaquín Araujo, un río es un “camino que anda”. Esto lo entendieron bien nuestros antepasados, y lo supieron aprovechar parar trasladarse ellos mismos y para transportar todo tipo de materiales. De esta forma, el Cabriel ha sido históricamente aprovechado para el traslado de maderadas. Muchas crónicas medievales nos hablan de la rica madera de la alta sierra conquense. Nuzba, en su crónica musulmana, nos decía, “… montes donde crecían numerosos pinos que, una vez talados, eran transportados hasta el río Quelatza (Cabriel), cuya aguas arrastraban hacia Cullera y el mar, y desde allí según su tamaño se enviaban a Denia para emplearlos en la construcción de barcos”.
Los ríos son fuente o soporte de elementos intangibles consustanciales de los territorios por los que discurren; son patrimonios de memoria y de identidad de los pueblos ribereños; son sentimientos e historia de sus gentes; y, sin lugar a dudas, ofertas lúdica y de bienestar interior. Sin embargo, en nombre de un progreso cuestionable, hemos llegado a ver en los ríos y en sus aguas exclusivamente un recurso, una mercancía a la que se le pone precio para satisfacer la codicia y el afán especulativo del ser humano. Es a partir de esta concepción del agua como un mero recurso cuando se promueven y ejecutan las grandes alteraciones sobre los ríos, de las que España puede ser uno de los grandes ejemplos a nivel mundial, con sus casi 1.300 grandes embalses, miles de pequeños azudes y miles de kilómetros de grandes canales. Estas alteraciones han supuesto el fin del equilibrio de las relaciones hombre-medio en estos espacios privilegiados. La economía agraria, sostenida en los fértiles huertos de las vegas, donde los cultivos se beneficiaban de las ventajas proporcionadas por el relieve, ha permitido la existencia de una cultura del agua desde tiempos de los romanos, pero sobre todo, desde la llegada de la civilización musulmana, que se vio truncada al inundarse estas zonas con los embalses, poniéndolas en la encrucijada del abandono ante la falta de otras actividades económicas.
De igual modo, la red de comunicaciones quedó cortada, sumiendo a algunas comarcas en un aislamiento que todavía permanece, al tiempo que los puestos de trabajo generados por las nuevas instalaciones fabriles resultaron insuficientes para evitar la sangría demográfica.
Como muestra valga citar el caso del municipio de Enguídanos, que antes de la construcción de la presa de Contreras, entre 1958 y 1972, contaba con casi 2.200 habitantes; en la actualidad son 470. O el de la localidad de Gascas, que fue cubierta por las aguas tras la construcción del embalse de Alarcón, o el de los cientos de aldeas y caseríos que han aprovechado tradicionalmente sus aguas originando importantes extensiones de huertas. Está claro que la construcción de estos embalses supuso un gran avance y reportó grandes beneficios, pero habría que preguntar para quién. De hecho, el destino de gran parte de las gentes que tuvieron que marcharse fue las tierras levantinas, donde las aguas embalsadas crearon riqueza en forma de kilovatios, de hectáreas de regadío y, más recientemente, de urbanizaciones y campos de golf.
El adjetivo que mejor califica hoy al río Júcar es degradado. En efecto, nos encontramos ante un río cuyas aguas no desembocan en el mar durante varios meses al año, de manera que la cuña salina penetra hasta 3 km, alcanzando el término de Sueca. En verano, su cauce permanece seco en más de cuarenta kilómetros en la provincia de Albacete y en varios tramos de la de Valencia; las demandas son superiores a los recursos medios anuales; su cauce recibe las aguas residuales sin depurar de muchas poblaciones y de gran número de industrias. Tal es el grado de contaminación de sus aguas que incluso se ha llegado a desaconsejar el uso del agua del Júcar en su zona baja para el riego de hortalizas. De esta forma, en las últimas décadas no solamente se ha degrado la calidad de sus aguas y de su cauce, sino que también se han eliminado sus vinculaciones con los pobladores del territorio. Hoy, para gran parte de la población que vive en su ribera, el río Júcar solamente significa frontera física, agua para riego, sumidero de residuos o maldición desbordada.
Como afirma el profesor J. Martínez Gil, en medio de una indolencia general estamos llamando caudal ecológico a lo que no es sino el desplume hidrológico de una región y la destrucción real del poder evocador de cualquier río. Estamos llamando sostenibilidad a lo que no es otra cosa que crecimiento imparable. Evaluación de impacto ambiental positivo a lo que no es sino apaño, y progreso a lo que es un darle fuego a todo, una simple huida hacia delante.
El agua no es un bien comercial “como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal”. De esta forma comienza la redacción de la Directiva Marco del Agua (DMA), aprobada en octubre del año 2000. Esta Directiva establece el marco para la protección de las aguas superficiales continentales, las aguas de transición, las aguas costeras y las aguas subterráneas.

EL RPROYECTO Y SUS OBJETIVOS.
En mayo de 2004 se estableció el Grupo de Cooperación del proyecto EFLUS, formado por los Grupos de Acción Local (GAL) representantes de las siete comarcas de las provincias de Albacete, Cuenca y Valencia por las que discurren la mayor parte de los cauces de los ríos Júcar y Cabriel: Serranía de Cuenca, Manchuela Conquense, Manchuela de Albacete, Mancha del Júcar-Centro, Tierras de Interior, Macizo del Carroche y Valle de Ayora-Cofrentes. En junio de 2004 fue presentado el proyecto ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, según la Orden APA/64/2004, de 15 de enero, por la que se establecen las normas para la presentación y selección de proyectos de cooperación en el marco de la iniciativa comunitaria LEADER+, obteniéndose su aprobación en enero de 2005.

Objetivo básico
Consiste en desarrollar e impulsar estrategias integradas de gestión sostenible del territorio y de los recursos de las zonas ligadas a cauces fluviales, basadas en la multifuncionalidad del espacio fluvial y su entorno, y la participación de los actores locales.

Objetivos estratégicos
1.- Conocer y conservar los ecosistemas, hábitats y espacios ligados a los ríos.
2.- Mantener la diversidad biológica y la calidad y disponibilidad de los recursos naturales y culturales en las zonas susceptibles de intervención.
3.- Contribuir al desarrollo socioeconómico de las zonas de intervención mediante la valorización de sus recursos naturales culturales.

Los presupuestos del proyecto.
El presupuesto total del proyecto asciende a 517.342,68 euros, y se distribuye en tres grupos de partidas presupuestarias: coordinación y dinamización del proyecto; análisis y estudios técnicos (diagnóstico inicial e inventario); y promoción y difusión del espacio fluvial (edición de material, organización de ferias, encuentros, jornadas, etc.).

 

El ámbito geográfico.
El ámbito geográfico de aplicación del proyecto son los espacios fluviales de los ríos Júcar y Cabriel en las comarcas integradas en aquél. La zona de actuación se corresponde con las cabeceras y zonas medias de ambos ríos, caracterizadas por poseer un destacado valor desde los puntos de vista de los recursos naturales, de su función ecológica y de su patrimonio cultural, lo que se pone de manifiesto al poseer amplias áreas incluidas dentro de la Red Natura 2000.
El espacio de intervención en el río Cabriel se extiende desde el municipio de Salvacañete (Cuenca) hasta su desembocadura en Cofrentes (Valencia). En el río Júcar se integran los municipios de la serranía conquense,
desde Tragacete a Mariana y desde la cola del embalse de Alarcón, en el municipio de Hontecillas (Cuenca), hasta el municipio de Gavarda (Valencia). En total, el proyecto afecta a 52 municipios en Castilla-La Mancha y a 26 en la Comunidad Valenciana.

Los espacios fluviales
El espacio fluvial, en el contexto del proyecto EFLUS, se define como la superficie en la que se desarrollan los procesos de erosión y sedimentación, así como los diferentes hábitats que configuran el paisaje fluvial. Así mismo, el espacio fluvial dependerá de las condiciones hidrológicas de la cuenca vertiente, incluidas la ordenación de usos en las laderas y llanuras de inundación y la gestión de los recursos hídricos (González del Tánago M., 2004)1. La Agencia Catalana del Agua define el espacio fluvial como la zona ocupada por el cauce público y los terrenos de titularidad privada o pública que lo rodean y que integran el corredor biológico asociado al río, la vegetación de ribera y la zona inundable.
Los anteriores conceptos nos acercan mucho a lo que puede entenderse por espacio fluvial. Pero desde el proyecto EFLUS se considera que en el concepto de espacio fluvial intervienen, además de aspectos físicos o hidrológicos, aspectos relacionados con la cultura, con las actividades humanas y con el uso del territorio. Finalmente, desde EFLUS, se define como espacio fluvial aquel espacio de influencia de los ríos que incluye parámetros de carácter hidrológico, geomorfológico, ecológico, paisajístico e histórico en el marco de su ordenación y planificación integrada. Por tanto, entre otros, se considerarán los siguientes espacios: llanuras aluviales, cursos, meandros, islas, ramblas tributarias, bosques de ribera, plantaciones arbóreas, cultivos agrícolas, acequias y canales agrícolas e industriales, espacios productivos (fábricas y colonias industriales, centrales hidroeléctricas), patrimonio histórico y cultural vinculado al agua, equipamientos turísticos vinculados al río, etc. De manera que este espacio podrá tener desde la orilla una anchura que variará desde algunas decenas de metros a varios kilómetros.

LOS EJES TEMÁTICOS DEL PROYECTO EFLUS
Las acciones del proyecto EFLUS se articulan en torno a cuatro ejes temáticos:
Eje 0. Inventario y diagnóstico de la situación actual en las zonas de intervención.
Eje 1. Impulsar la conservación y mejora de los espacios fluviales.
Eje 2. Impulsar la transformación de los recursos patrimoniales (culturales y naturales) de los territorios ligados al río en elementos activos de desarrollo mediante su recuperación y valorización.
Eje 3. Promoción de los espacios fluviales,
sus productos y servicios locales basados en la calidad y el valor del territorio.
Actualmente se encuentra ya desarrollado el Eje 0, en curso, los Ejes 1 y 2, y en fase de planteamiento, el Eje 3.

EJE 0. INVENTARIO Y DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL EN LAS ZONAS DE INTERVENCIÓN
Un primer paso en la promoción social del valor de su entorno natural en la protección del mismo y en la sostenibilidad de los espacios fluviales es el estudio e inventario de lo que la ciencia y la cultura han aportado sobre los espacios fluviales de los ríos Júcar y Cabriel, a saber: el conocimiento de la flora, la fauna, la ecología, la geología, la geografía y el patrimonio cultural tangible e intangible, etc. Se comenzó con un estudio previo de documentación e información en el que se recabó la información y documentación existente sobre el patrimonio cultural y natural a cerca de los ríos Júcar y Cabriel, obteniéndose una base de datos de referencias bibliográficas con más de 730 registros de documentos científicos, de divulgación y de gestión con información relevante en relación con temas como: ecología, hidrología, fauna, flora, limnología, geografía, cartografía, etc. A partir de este estudio, y teniendo en cuenta que el conjunto de lo que en principio parecen pequeñas aportaciones al conocimiento toma una especial relevancia cuando proyectos como EFLUS pretenden dotarse de fundamento y rigor científico para iniciar el proceso de protección y utilización consecuente y sostenible del medio, en este caso los ecosistemas de los valles del Júcar y Cabriel, su entorno natural, su cultura, etc, a lo largo de 2006 y 2007 se han desarrollado los inventarios ambiental y cultural de estos ríos.

El inventario ambiental del proyecto EFLUS
Desarrollado por un equipo multidisciplinar del Instituto de Desarrollo Regional de Castilla-La Mancha (IDR), la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (Universidad de Castilla-La Mancha) y PROAM S.L., Consultor Ambiental, han desarrollado trabajos en relación a los siguientes temas:
-Medio Físico
-Ordenación del Territorio
-Flora, vegetación y paisaje
-Fauna

Impactos ambientales
Toda la información generada se ha integrado en un sistema de información geográfica (SIG) como herramienta fundamental para la gestión y el diseño de actuaciones.

Medio Físico
En su desarrollo se establece una sectorización de los ríos de acuerdo a sus características geológicas, y se aporta una relación y descripción de los Puntos de Interés Geológico (PIG).Comprende:
- Estudios de geología, hidrogeología y geomorfología del territorio.
- Caracterización geológica-tectónica de los ríos Júcar y Cabriel, litología, localización de accidentes tectónicos, geomorfología, etc.
- Descripción hidrogeológica regional de la cuenca del Júcar.
- Información en relación a caudales de los ríos Júcar y Cabriel
- Descripción de los PIG (hasta un total de 24).
- Información físico-química de los ríos Júcar y Cabriel: red biológica, calidad biológica, calidad físico-química, índices de calidad general del agua por tramos de río, índice IBMWP (Iberian Biomonitoring Working Party), etc.
- Embalses, estaciones de aforo, masas de aguas superficiales, caracterización y referencias cartográficas.

Ordenación del territorio
Los datos recopilados aportan información acerca de los espacios contemplados en la Red Natura 2000, así como sobre las vías de comunicación y la identificación de los aprovechamientos de las aguas superficiales, las estaciones de aforo, las centrales hidroeléctricas, otros usos… La ausencia de planificación urbanística en los municipios ha limitado la información posible de este apartado.

Flora, Vegetación y Paisaje
En este apartado se recogen el catálogo florístico, los inventarios de las comunidades vegetales seleccionadas para el estudio, la distribución de tales comunidades y la evolución del paisaje en cada condición climática o edáfica de las presentes en el territorio. Finalmente, se aporta una sectorización de los ríos de acuerdo a su valor desde los puntos de vista del paisaje y de las comunidades vegetales.

Flora
Se han catalogado 1.582 especies vegetales, todas ellas localizadas en el territorio. Se describen para cada una su ecología, su distribución y su grado de abundancia. Se aportan datosaccesorios para los 263 endemismos encontrados.

Vegetación
Se aportan datos de las 25 comunidades vegetales seleccionadas e inventariadas y se analiza su distribución a lo largo de los valles del Júcar y el Cabriel. Se parte del estudio de la serie, es decir, la vegetación real de un territorio. Su conocimiento aporta datos acerca de la vegetación real existente y de la que cabría esperar que estuviera presente en el caso de no existir presión por el uso del territorio o accidentes puntuales, como pueden ser los incendios. Aparecen a lo largo de los dos valles nueve series de vegetación, cinco complejos exoseriales y nueve geoseries (lo que significa que la vegetación potencial puede agruparse en nueve grandes grupos). Para cada serie se aporta una tabla de inventarios de la misma, con sus comunidades y localidades, un esquema ilustrativo y una descripción general.

Paisaje
Se completa el estudio de vegetación con el análisis de las grandes unidades de paisaje que existen en el
territorio (geoseries): suponen observaciones de transectos con la vegetación real que existe en determinados lugares elaborado a partir de inventarios realizados desde las cumbres hasta los fondos de los valles. El conjunto de estos transectos es la unidad de paisaje. Su estudio describe perfectamente el paisaje de una zona y su dinamismo (evolutivo o regresivo).

Fauna
Comprende el catálogo faunístico, el estudio de distribución de especies, la descripción del hábitat de cada una, diversos índices de riqueza, el estado de conservación y las áreas de riqueza faunística. Sectoriza los ríos a partir de los índices de riqueza de especies y a través de los índices de riqueza de las especies amenazadas.
El catálogo faunístico en el espacio fluvial estudiado está integrado por un total de 238 especies de Vertebrados, distribuidas entre los siguientes grupos: 20 Peces, 8 Anfibios, 17 Reptiles, 144 Aves y 49 Mamíferos. Con el fin de facilitar la integración del elemento faunístico en el conjunto del estudio del territorio, el catálogo incluye una serie de atributos o características de las especies:
- Identificación del taxon en especie o subespecie.
- Encuadre taxonómico en orden y familia.
- Abundancia relativa en el área de estudio.
- Categoría del estado de conservación en España y criterios aplicados, según codificación de la U.I.C.N.
- Carácter endémico de la especie.
- Nivel de protección legal de la especie a nivel nacional y autonómico.
- Requerimientos ecológicos de la especie, con especial atención al tipo de biotopo que ocupa.
- Factores que amenazan la conservación de la especie, con especial incidencia en los factores de tipo
antrópico.

Impactos y afecciones ambientales
Se aporta una descripción de los principales impactos y afecciones que sufre el conjunto del ecosistema, así como una relación de medidas correctoras para cada impacto.

VALORACIÓN DEL TERRITORIO
Valoración del territorio de acuerdo con criterios florísticos y de vegetación
El estudio de la flora y la vegetación concluye con una valoración de determinados tramos de ambos ríos atendiendo a diversos factores, como son:

I) La riqueza florística.
II) La presencia de endemismos.
III) La presencia de grandes formaciones vegetales.
IV) La presencia de comunidades climácicas típicamente mediterráneas.
V) Los espacios con especial interés botánico.
En conjunto, se han seleccionado 59 espacios valiosos de acuerdo con los criterios anteriores.

Valoración del territorio de acuerdo con los criterios de fauna
Atendiendo a la riqueza relativa que presenta cada unidad territorial en las dos categorías de especies amenazadas, se ha procedido a la elaboración de la Matriz de Valoración del Territorio (GÓMEZ OREA, 1994)2.
A la presencia en el territorio de una alta riqueza en especies catalogadas “En Peligro” se le atribuye la máxima valoración. La presencia de especies catalogadas dentro de la categoría de “Vulnerable” tiene efecto acumulativo, incrementando la valoración de la zona.
Según los resultados obtenidos, el 21% del territorio presenta una valoración Alta-Muy Alta por su riqueza en especies amenazadas, mientras que el 30% se caracteriza por un valor Medio. Tras el análisis de los datos, se llega a los siguientes resultados: el 79% del territorio alberga alguna especie En Peligro. Se ha estimado la importancia relativa del territorio para cada uno de los grupos vertebrados. Así, por ejemplo en el caso de la comunidad ornítica, hasta el 34% del territorio presenta una valoración Alta-Muy Alta, y el 30% ofrece un valor Medio.

Páginas de la revista “Medio físico de Castilla-La Mancha: Inventario del del medio natural de los ríos Jucar y Cabriel. El proyecto EFLUS.”
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